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Habiendo visitado Tailandia 23 veces, nunca había estado en Phuket, curioso ¿verdad?. Y, por fin, lo que me llevó hasta Phuket fue mi curiosidad por los hoteles de lujo todos ellos diferentes y fantásticos. El InterContinental Phuket Resort con este edificio tan impresionante cautivó mi curiosidad desde el minuto uno, y no es para menos, ¿no?

Abrió sus puertas oficialmente en enero 2020, momento desafortunado y tuvo que cerrar durante la pandemia del Covid19. Aprovecharon ese cierre para poner en marcha algunas de las mejores iniciativas ambientales de sostenibilidad que he visto. Trabajando bajo las pautas Green Engage de la cadena InterContinental Hotel Group, el hotel redujo su impacto ambiental al incorporar prácticas de construcción ecológicas y un uso estrictamente monitoreado de agua y energía para reducir las emisiones de carbono.
Llegué en un vuelo puntualísimo de Bangkok Airways, que es la aerolínea boutique de Tailandia conectando todo el país y otros vecinos a precios contenidos y con acceso al lounge antes de embarcar.
#pickupinstyle por InterContinental Phuket Resort, con mis maletas Gladiator.

Ubicación

Ubicado a 45 minutos del aeropuerto de Phuket y a 20 minutos de la bulliciosa Patong, en la playa de Kamala, el InterContinental Phuket Resort ofrece el equilibrio perfecto entre accesibilidad y aislamiento. Fácil acceso a todas partes, playa muy bonita con infinidad de propuestas de ocio cerca.

Distribución

Es un hotel muy elegante, dispone de 193 habitaciones, 3 suites y 25 villas con piscina privada. Dispone de una bonita playa con palmeras y 5 piscinas, en definitiva, el resort es realmente impresionante.
Diseñado por Habita Architects de Bangkok, une las dos partes distintas de su propiedad, frente al mar y ladera de la montaña, a través del concepto Traibhumikatha – cielo en tailandés- inspirándose en un antiguo texto, el complejo se basa en conceptos relacionados con la naturaleza del cielo.
Combinando narrativas locales de mito y leyenda con elementos arquitectónicos tradicionales y tecnología de vanguardia, el hotel es en sí mismo es un destino cómodo y sostenible que transmite perfectamente Thainess en el siglo XXI.

La carretera principal divide el resort en dos zonas diferentes que conviven a la perfección y ni se nota. Para cruzar de una parte a la otra lo podemos hacer por la carretera, pero lo aconsejable es hacerlo por el túnel que además cuenta con unas pinturas murales que retratan la vida en Phuket Old Town, todas realizadas por el profesor de Bellas Artes de la Universidad de Phuket Rajabhat, el Dr. Khan Payungphan .
Las cinco piscinas están distribuidas por todo el resort, dos en la zona de la playa -una de ellas sólo para los que hayan reservado una habitación en Club InterContinental-:
Otra piscina preciosa está en la terraza superior del hotel y el resto también espectaculares, en la zona de las habitaciones:

En el magnífico, impactante y singular edificio que recuerda un templo blanco, allí se encuentra el restaurante Hom y el Sati Spa.

Mi habitación

Mi fabulosa habitación, la 1307, formaba parte de Club InterContinental, lo que me permitió tener las ventajas de este tipo de habitación accediendo al Club donde hay siempre bebidas, picoteo y té de la tarde a disposición de los huéspedes.
Situada en la zona de la playa, con vistas directas.

El baño de mi habitación tenía paredes correderas para facilitar la privacidad, en conjunto muy especial con su enorme bañera perfecta para fotos de Instagram. Realmente muy chic. De forma cuadrada, elegante y con elementos tailandeses en su decoración. El amplio balcón daba a la piscina principal y a la playa del resort.
Las amenidades de tamaño sostenible son de Harnn, marca premium tailandesa que me encanta.

Gastronomía

La gastronomía en el InterContinental Phuket Resort es realmente muy ambiciosa y sus propuestas son imaginativas y únicas. Os comparto mi experiencia:
Devas Lounge: el espacio donde se puede merendar o tomar algo. Es una zona muy grande donde nos seducen con muchos pasteles y galletas, amplitud de tés para elegir y un espacio muy agradable.
Todas las propuestas dulces son de la talentosa chef pastelera Wa Wanmuda.
Pine Beach Bar: el lugar para relajarse junto a la playa, Pine sirve cócteles deliciosos, cervezas bien frías y además se especializa en bocadillos ligeros, pizzas, hamburguesas, ensaladas y deliciosos aperitivos tailandeses picantes.

Me dijeron que su pizza de trufa era increíble y quise probarla, pero era incapaz de decidirme, fueron tan amables que dividieron la pizza en dos mitades:

333 At The Beach: es uno de los lugares donde pasaréis más tiempo, relax y buen ambiente. Barbacoa, comida deliciosa con los pies en la arena de la playa.
Pinto: es el restaurante que permanece abierto todo el día y donde se sirve comida tradicional tailandesa e internacional, inspirada en el producto local, ofrecen comida de mercado. Allí también se sirve el generosísimo desayuno buffet, espectacular.

Jaras: una de las mejores experiencias gastronómicas en Tailandia, cocina tradicional tailandesa contemporánea con una presentación espectacular. Creaciones deliciosas que fusionan ingredientes locales con sensibilidades modernas, su cocina elabora platos que son verdaderamente tailandeses en su esencia.

El restaurante estuvo la lista de la Guía Michelin en 2022 y 2023 por su innovadora gastronomía, que se experimenta mejor a través de su menú de degustación de nueve platos.
Como este mango con arroz glutinoso -el popular mango with sticky rice– muy original:
Me faltó tiempo para probar las propuestas del restaurante de alta gastronomía Hom.

Sati Spa

Como comentaba anteriormente, el Sati Spa & Wellness está ubicado en la planta de acceso al precioso edificio blanco que parece un templo. Ofrece tratamientos exclusivos inspirados en las tradiciones locales consagradas y remedios naturales especialmente diseñados para sus huéspedes. Sati Spa utiliza solo productos naturales de la galardonada marca tailandesa HARNN, yo disfruté de un facial:
En otro de los tratamientos bandera del Sati Spa se utiliza el popular cojín donde se sientan en casa o en los templos, es bastante duro y se utiliza para el masaje tailandés. Me encantó:
Totalmente fabuloso el masaje a 4 manos con cocos (cocos de un ojo/agujero que según se cree en Tailandia sirve para proteger de las malas vibraciones) y con aceite de coco, algo excepcional, no sólo para la piel, sino por la sensación de que dos personas te estén dando un masaje a la vez y perfectamente coordinado:
En definitiva una experiencia de diez, que repetiría mañana mismo y que sugiero probéis si visitáis Phuket.
Al lado mismo del resort tenéis un par de lugares para alquilar motos y explorar la isla.
Podéis ver en todas mis redes sociales #GraupixPhuket para más fotos, comentarios e inspiración
En este link encontraréis mis artículos sobre Tailandia