La última vez que estuve en Budapest fueron solo dos noches y no tuve tiempo de hacer todo lo que tenía previsto. Por fin he encontrado el tiempo para regresar a la maravillosa ciudad y disfrutar de su arquitectura, historia y baños termales. Uno de los hoteles que mejor representan la historia viva de la ciudad es el Anantara New York Palace, un auténtico «hotelazo» que combina historia y gastronomía. Era uno de mis hoteles soñados… y esta vez he tenido la oportunidad de disfrutarlo.
Os comparto todos los detalles de mi experiencia:
Ubicación
Se encuentra muy bien ubicado, en uno de los bulevares más importantes de la ciudad y lo que me permitió ir caminando a todas partes. Además, el edificio se reconoce desde lejos, lo que ayuda a ubicarnos.
Desde el aeropuerto en taxi 35 minutos, y en transporte público casi 1 hora. Yo tomé un minibús de puerta a puerta que me costó unos 40€ al cambio.
Historia
Construido durante el apogeo del Imperio de los Habsburgo, abruma por su grandeza y opulencia. Pero detrás de la grandeza se esconde la fascinante historia del Anantara New York Palace Budapest, digna de explicación y emblemática de la propia Budapest.
El edificio fue inaugurado en 1894 como la opulenta sede europea de la Compañía de Seguros de Vida de Nueva York. Un palacio ecléctico de la Belle Époque, diseñado por Alajos Hauszmann, un famoso arquitecto austrohúngaro y que se inspiró en las influencias italianas del Renacimiento, del Barroco, del Gótico y del Art Nouveau. Tras su inauguración, los dos primeros pisos del palacio fueron ocupados por las oficinas de New York Life; el resto de plantas se utilizaron como viviendas para los empleados de la empresa. Durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, cerró sus puertas y el edificio sufrió importantes daños. En la década de 1950, se utilizó como tienda de deportes y oficinas de turismo, antes de cerrar en la década de los 90. Reabrió como hotel de lujo en mayo de 2006 y en 2020 el hotel se añadió a la cartera de Anantara Hotels, Resorts and Spas.
Distribución
A lo largo de los años, el edificio ha pasado por muchas iteraciones, incluidas las oficinas de muchos de los principales periódicos locales, aún así muchos de sus elementos originales se han dejado intactos. Antes de reabrir bajo la marca Anantara en noviembre de 2021, el hotel se sometió a un cambio de imagen. De la mano del arquitecto austriaco Eduard Nopp y los diseñadores madrileños TBC Interiorismo, la propiedad ahora honra el rico patrimonio del edificio al tiempo que cubre las expectativas de los jetsetters internacionales.
La entrada es más bien discreta y estrecha. Se suben unas pocas escaleras y se llega al espectacular atrio que es el protagonista de la distribución de los espacios. Primer efecto wow.
Está revestido con suelos de mármol italiano blanco y negro, y amplias columnas que se elevan los cuatro pisos completos del edificio con arcos simétricos encalados hasta un gran techo piramidal de cristal que inunda el espacio con luz natural.
A mano derecha se encuentra la discreta recepción y los ascensores que nos llevan a las 184 habitaciones.
Desde el atrio se accede al The Poet Bar y a los restaurante The White Salon así como al popularísimo New York Café que es donde tiene lugar el desayuno. Desde las 7 de la mañana veréis constantemente una larga cola de turistas dispuestos a disfrutar de la denominada cafetería más bonita del mundo.
Segundo efecto wow: cada zona del desayuno tiene diferentes nombres y a cual más bonita:
Mi Suite
Las 144 habitaciones del Anantara New York Palace están repartidas en sus ocho plantas. Yo disfruté de la 232, una suite impresionante, amplia y preciosa:
Todas son de colores terrosos, con zona de trabajo, algunos objetos antiguos y un encanto vintage:
Al entrar hay un vestíbulo con armarios y zona de trabajo con un cómodo escritorio, así como un espacio ideal donde poner mi maleta Gladiator:
El baño es todo de mármol blanco italiano, con ducha y bañera. Amenidades de Acqua di Parma. También hay un banco de cuero blanco debajo de una escultura de pared de metal. En conjunto, cada elemento de la habitación crea una sensación de lujo inspirado en la estética Art Déco muy armoniosa con todo el conjunto.
Gastronomía
La oferta gastronómica está a la altura del espectacular hotel. No sólo por sus propuestas, sino por su entorno único en cada uno de sus outlets:
– New York Café: de obligada visita para cualquiera que viaje a Budapest (contad con un largo rato de cola). Ha sabido conservar intacta la decoración y encanto de la Belle Époque que que en su día lo convirtió en un lugar de referencia e inspiración para la vibrante comunidad cultural e intelectual de Hungría.
Como ya os he comentado, ahí tiene lugar el desayuno y está compuesto por varios rincones únicos para ir disfrutando de la infinita propuesta de dulces y salados:
– White Salon Restaurant: un espacio donde los huéspedes pueden disfrutar de la cocina húngara tradicional reinterpretada, en la que los sabores se mantienen fieles a sus raíces, pero se transforman en arte a través de nuevas texturas, formas, técnicas de preparación y una presentación contemporánea.
Rservé la mejor mesa para disfrutar y sentirme como una princesa. Tercer efecto wow:
– Atrium: situado en el vestíbulo podéis disfrutar del té de la tarde, tomar cócteles o picar algo sin complicaciones:
– The Poet Bar: ya ha cumplido su centenario. Es uno de los lugares más discretos del hotel y donde elaboran cócteles deliciosos.
Abren a diario a las 6 de la tarde y siempre hay un pequeño espectáculo a esa hora con música folclórica húngara y el cóctel del día que luego reparten entre los clientes que han presenciado el ritual:
Spa
La zona wellness fue totalmente reformada en 2023 y es sin duda de las más bonitas de un hotel urbano. Además con el sello de garantía de Anantara cuyos orígenes son tailandeses. Cuarto efecto wow.
El Anantara Spa está situado en la planta menos uno, ocupa unos 1500m2 y está decorado en tonos tierra. Las paredes curvas e insinuantes, te envuelven en una atmósfera cálida y acogedora, como si te adentraras en
un refugio de bienestar:
Dispone de zona de sauna, hammam, una gran zona para relajarnos después de nuestro tratamiento y una piscina fantástica:
Disfruté de un masaje de 1 hora con las expertas manos de Dalma y os aseguro que fue uno de los mejores de mi vida, ojalá me pudiera llevar a la terapeuta a casa.
Y como hotel originario de Tailandia, el ritual de pies al empezar el tratamiento, está incluido en todos ellos:
En definitiva que Anantara New York Palace es un hotel fabuloso donde disfrutaréis de una estancia perfecta.
En este link podéis ver mis fotos de Anantara New York Palace Budapest
Aquí encontraréis el vídeo de mi suite 232 en Anantara New York Palace Budapest
Mi vídeo de Anantara Spa en Anantara New York Palace Budapest lo podéis ver aquí
Aquí os dejo cuáles son los mejores cafés (con pasteles deliciosos) en Budapest
En este link encontraréis todas mis fotos de Budapest
Podéis seguir #GraupixBudapest para ver más fotos y comentarios sobre mi experiencia en la ciudad