Seleccionar página

Ischia es una de esas islas maravillosas del Mediterráneo y que aún no ha sucumbido a la gentrificación. Precisamente por eso, visitar lugares todavía «vírgenes» y sin aglomeraciones es un auténtico placer. No tiene nada realmente especial y a la vez lo tiene todo, para pasar unas vacaciones relajantes, disfrutar de su gastronomía, descubrir su historia y flotar en sus aguas termales.
Tuve la suerte de pasar cinco días en la isla. Y esta es mi experiencia en Villa Ravino, unos jardines botánicos con hotel, un eco-resort que es, sin duda, un lugar especial y único.

Ubicación

Para llegar a Ischia tenemos que volar a Nápoles. Desde el aeropuerto se puede tomar un taxi por unos 25€ hasta el puerto o bien optar por el Alibus que nos lleva por 5€ al mismo puerto (el billete se compra en la máquina dentro la terminal o directamente al conductor del autobús). Nos bajamos en la parada de Molo Beverello.
Compré el billete con Alilauro, aunque hay varios operadores de ferrys y yo tomé ese por horario y porque en Ischia hay tres puertos, el de la ciudad de Ischia, el de Casamicciola y el de Forio, que era mi destino. Tenemos que estar atentos a la hora de comprar el billete y elegir el puerto de llegada que más nos convenga..
Yo me compré el billete allí mismo, era temporada baja y un jueves, pensad que si vais en temporada alta, mejor lo compráis online. El precio es 22,50€ por trayecto y se tiene que sumar 3,50€ por mi maleta Gladiator grande.
Otros operadores de ferrys: Caremar, Snav, Gestour, Medmar,
Para ir al hotel, tomé un taxi y llegué en menos de diez minutos.

Historia

Giuseppe d’Ambra es el alma mater de los Giardini Ravino, un parque botánico único. Fue en el año 2000 cuando decidió reunir en este espacio su impresionante colección de plantas: 5.000 ejemplares y 400 especies vegetales, unos 6.500 m2 de jardines espectaculares. La pasión por las plantas viene de familia: su padre ya había comenzado esta colección. Giuseppe, capitán de navío de profesión, traía semillas de sus viajes alrededor del mundo y soñaba con la posibilidad de crear un espacio propio para todas ellas.

Un viñedo situado justo enfrente a su propiedad, salió a la venta y Giuseppe pudo comprarlo para hacer realidad su sueño: los jardines que inauguraron en Septiembre de 2005. A sus 85 años sigue al frente del jardín cuidándolo y representándolo.
A partir de ahí se construyeron el restaurante, el lounge, la sala Moby Dick y todas las habitaciones y edificios que conforman hoy en día el eco-resort Villa Ravino.
De hecho el hotel familiar ya existía desde 1972 -como Ferienhaus-, recordemos que la isla era ya por los años sesenta y setenta muy visitada por alemanas y suizos-, y se transformó en hotel boutique de lujo en 2015. Desde entonces han seguido reformando y actualizando cada rincón. La última reforma realizada en el cierre de temporada 2024-2025 ha dado lugar a un diseño de inspiración griega-ibicenca que junto a los jardines, lo transforma en un hotel único..

Distribución

La finca tiene diferentes zonas, la de llegada donde encontramos el edificio principal que alberga la recepción y biblioteca, y en su primera planta, varias habitaciones. Todas con vistas al mar.
Allí se encuentra la recepción y zona biblioteca:
También se encuentra el Tea Lounge, el lugar perfecto para relajarse:
De allí y rodeando un bonito patio central, se accede a la zona donde están las habitaciones, todo muy Mediterráneo:

En la parte posterior encontramos la zona de la piscina exterior y la piscina termal interior.

También está el restaurante principal, el Cactus Lounge Bar, un espacio con una amplia zona exterior donde sentarnos y una terraza superior para disfrutar de unas vistas inmejorables.
En el jardín botánico se encuentra la sala Moby Dick por sus formas redondeadas y que se utiliza para exposiciones temporales, charlas y distintos eventos:

Mi habitación

Las 30 habitaciones de inspiración Mykonos o Ibiza son muy grandes, de unos 35 m2, todas tienen zona de cocina, y casi todas tienen zona con un sofá-cama para una tercera persona.
Yo disfruté de la número 9 que no tiene zona de cocina, pero tiene una terraza grande y se ve el mar desde sus ventanas.

Todas las habitaciones están rodeadas de jardines y todas tienen vistas al mar. Incluso mi baño tenía vistas al mar y todo diseñado con un gusto exquisito:

Gastronomía

Michelina es mi estrella particular de Villa Ravino. Es la excelente repostera que prepara los mejores bizcochos y pasteles para los inolvidables desayunos, todo recién horneado a diario. Y no sólo eso, sino también sus mermeladas caseras elaboradas con la fruta del jardín que me tienen llorando al recordarlas.

En el Cactus Lounge Bar tienen lugar todas las comidas.
Rodeado por la vegetación del parque, está construido y amueblado, en combinación de estilos étnicos y mediterráneos, que se mezclan mágicamente, creando un ambiente relajante.
Todo fascinantemente bucólico que literalmente me hace querer regresar:
Las comidas y cenas también son deliciosas, una carta corta basada en productos de la huerta y de temporada, pescados locales y recetas tradicionales.

Spa

Villa Ravino cuenta con un bonito rincón de relajación y bienestar que incluye un solárium equipado, vistas directas al mar y piscina exterior a temperatura ambiente:
También cuenta con una piscina termal cubierta con hidromasaje, a unos 36 grados, baño turco y una zona para hacer yoga.
Las aguas termales famosas en la isla, también abastecen a Villa Ravino, una suerte:

Sostenibilidad

El cuidado al medio ambiente forma parte del ADN de Villa Ravino. Desde sus inicios, siempre se han tenido presentes todos los detalles para preservar el entorno. Es realmente un ejemplo de eco-sostenibilidad: Villa Ravino fue premiado por la Comisión de Turismo del Observatorio Parlamentario Europeo en 2010, que reconoció a la empresa de la familia D’Ambra como la «mejor instalación turística del sur de Italia», destacando su compromiso con los problemas ambientales y sociales.
El hotel implementa prácticas como el reciclaje del agua, la instalación de paneles solares, entre otras iniciativas ecológicas, todo con el fin de reducir su huella ambiental.
En este link podéis ver todas mis fotos de Villa Ravino
Aquí podéis ver mi habitación número 9 en Villa Ravino
En este link podéis ver mis fotos de Ischia
Podéis seguir #GraupixIschia para ver más fotos y comentarios sobre mi experiencia en la isla