Pocos hoteles perfectos existen -si es que existe el hotel perfecto-. En mis más de 21 años visitando los mejores hoteles alrededor del globo, y aunque todos son fantásticos, tengo lista de cosas a mejorar en cada uno de ellos. El Gran Hotel Mas d’en Bruno es sin duda de casi 10, prácticamente no le he encontrado «peros». Situado en el corazón del Priorat una comarca conocida por la excelencia de sus vinos y la exclusividad de su turismo, caracterizado por su tranquilidad y ausencia de masificaciones. El Priorat comprende nueve pueblos y alberga 114 bodegas, lo que lo convierte en un destino vinícola de referencia. La llegada del Gran Hotel Mas d’en Bruno marca un nuevo capítulo para la región, demostrando que está preparada para recibir a los viajeros más exigentes, principalmente internacionales, que buscan un refugio exclusivo y auténtico en este rincón único de Cataluña.
Historia
Inaugurado en mayo de 2023 entre los viñedos de las laderas del Priorat, el Gran Hotel Mas d’en Bruno da la bienvenida a los huéspedes entre las viñas de Clos de l,Obac y toda la grandeza del espectáculo que supone el paisaje del Priorat.
Mas d’en Bruno data de 1797 y fue regalado a la familia Bruno por los monjes cartujos, que introdujeron la vinificación en la región en el siglo XII.
En 2019, el promotor y hotelero mallorquín David Stein visitó el Priorat por primera vez. Se enamoró de las profundas raíces de la región y de los espectaculares paisajes montañosos. Cuando se topó con la histórica finca de Bruno, supo que había encontrado la última joya de su grupo hotelero, que también incluye el recién renacido Gran Hotel Son Net en Mallorca y el Château Eza en la Costa Azul.
Ubicación
Está ubicado en Torroja del Priorat, equidistante a todas las visitas, pueblos y bodegas, y como es normal y esperable, preparaos para las curvas en carreteras estrechas. El Priorat es una comarca mucho más diversa de lo que suelen reflejar las guías. Es un conjunto de pequeños pueblos encantadores, entrelazados por una red infinita de caminos y carreteras con muchas curvas. Su paisaje agreste está dominado por el verde de las viñedos, las rutas del aceite y las rutas de vino. Un lugar mágico, con un turismo exclusivo, caracterizado por visitantes de perfil cultural elevado y una tranquilidad absoluta, lejos de las aglomeraciones.
El hotel tiene a disposición de los huéspedes un coche para alquilar y bicicletas eléctricas que son ideales.
Distribución
Llegando al hotel, vemos de color rojizo, la masía principal en la cual encontramos la zona de bienvenida. Llena de arte y aún conserva las vigas y los techos históricos. A la derecha, la recepción más pequeña del mundo, seguida por un pasillo con mesas donde se realiza el check in.
A la izquierda llegamos al restaurante principal, Vinum, que es donde tiene lugar el desayuno y también es el restaurante gastronómico.
En la primera planta encontramos dos zonas de librería o descanso simétricas, y el precioso spa y piscina interior. En la segunda y la tercera plante se encuentran las 13 habitaciones.
Saliendo de la masía nos cruzamos con la piscina principal de diseño infinito y desde donde se pueden observar las viñas crecer. Está rodeada de cabañas con camas balinesas, un auténtico placer ver pasar el tiempo desde allí tomando una copa de vino.
En paralelo está ubicado el edificio nuevo, el llamado Atélier, donde se encuentra el restaurante casual Tarraco y la tienda del hotel -una de las tiendas de hotel más bonitas que habréis visto- y donde se venden productos de la zona:
En la planta inferior de la tienda encontramos la zona de degustación y la bodega a la cual se accede por una escalera que merece todos los premios de arquitectura:
Este mismo edificio alberga también las 10 Garden Suites -todas con terraza privada desde donde se tocan los viñedos- y la Garden Villa que es la única que tiene piscina exterior climatizada y doble terraza.
En la zona de la piscina también se encuentra mi lugar favorito del hotel, el jacuzzi exterior donde podréis disfrutar de un paisaje excepcional mientras las burbujas trabajan. Y de noche bajo una bóveda estrellada.
Mi Suite
Las 24 suites tienen todas el mismo estilo. Las del edificio Atélier son todas iguales, y las de la masía son todas diferentes. Están decoradas exquisitamente por Astet Studio, siempre fieles a materiales nobles como la piedra y la madera, con muchas curvas, cama comodísima, maxi-bar, ducha y bañera separadas. El diseño y el confort imperan en todos los detalles.
Por suerte, me asignaron la suite 23, en la segunda planta de la masía y con las mejores vistas.
Tres grandes ventanales a lo largo de la suite, esta foto está tomada desde mi cama al amanecer:
Baño abierto separado del dormitorio por el tocador. Las amenidades son de la firma francesa Eight & Bob.
La suite tien también una pequeña sala y una chimenea de doble cara. Más romántica imposible.
Gastronomía
La gastronomía es otro de los puntos fuertes del Gran Hotel Mas d’en Bruno. Liderando las propuestas gastronómicas está el jovencísimo Josep Queralt quien se formó en algunos de los mejores restaurantes con estrellas Michelin, como El Celler de Can Roca de Girona y Can Bosch en Cambrils.
Los tres restaurantes son:
– Vinum: es el elegante restaurante principal donde durante el día sirven platos internacionales y mediterráneos, también están especializados en paellas.
El espacio se complementa con dos impresionantes terrazas al aire libre que ofrecen vistas panorámicas de los viñedos.
Ofrece tres exquisitas variedades de menús degustación, así como la opción de deleitarse con platos à la carte:
También es donde se sirve el desayuno a modo de buffet servido: es decir una parte de básicos los traen a la mesa, y el resto se encarga. Hay también una pequeña propuesta de extras con recargo:
– Tarraco: es el encantador restaurante al lado de la piscina, ofrece una fabulosa terraza iluminada por el sol y un ambiente relajado. Es el lugar perfecto para disfrutar de una deliciosa comida al aire libre con una selección única de platos saludables y mediterráneos:
– Bruno’s Bar: el lugar donde degustar los cócteles más refrescantes e innovadores, así como una pequeña carta de snacks deliciosos:
Un sommelier está disponible para guiar en la elección de los vinos.
Spa & Wellness
Está ubicado en la primera planta de la masía, en lo que antiguamente era el lagar. Conserva restos de su primera edificación, una prensa original de aceite y otros hallazgos arqueológicos que lo convierten en un spa realmente único.
Dispone de una gran piscina climatizada y de un jacuzzi gigante:
Sauna y hammam:
Disponen de una sala de tratamientos donde nos proponen ir más allá y llegar a sentirnos descansados en todos los sentidos. Utilizan productos de Natura Bissé y los de Foosh que están elaborados con vino y su packaging es biodegradable.
Las mágicas manos de Ángel me hicieron flotar y sentir el efecto fantástico en mi piel de los productos de Foosh.
Actividades
Estando en el Priorat, lo típico es visitar bodegas, algunas de mis preferidas son: Scala Dei por su historia, Ferrer Bobet por su arquitectura, Gratavinum porque simplemente me encanta y también anotad Perinet.
También os propongo visitar Priordei y sus catas de aceites de oliva de gran calidad.
– Bicicleta: pasear en bicicleta eléctrica es una de mis actividades preferidas. Para los más atrevidos, es un lugar perfecto para ejercitarse por sus laderas, curvas y carreteras tranquilas. Para personas de perfil como el mío, mejor con la eléctrica, así el esfuerzo es mínimo.
– Cata de vinos: en la zona habilitada para ello en el Gran Hotel Mas d’en Bruno, un lugar especial y único, que seguro ganará algún premio de arquitectura. Tiene incluso pequeñas gradas y bodega privada para clientes especiales:
Mi cata perfectamente orquestrada por César, el sommelier que me compartió su conocimiento de los vinos de la zona:
– Cata de vermut en la Cooperativa Falset Marçà, también denominada la Catedral pues fue un diseño de César Martinell, discípulo de Gaudí. El lugar es espectacular y data de 1919. En la bodega de Falset, la capital del Priorat, producen vermut.
La fórmula secreta de las 120 hierbas aromáticas que lo componen lo transforman en un vermut con personalidad, atrevido y con un recorrido histórico. Disponen de varios rincones para degustarlo y hacer catas. La terraza superior me encantó:
Su receta centenaria, que data del 1912 la saben muy pocos, y es por eso que les gusta decir que es su secreto mejor guardado.
Aquí tenéis todas las opciones para visitarlo.
Podéis seguir #GraupixPriorat para ver más comentarios y fotos de mi experiencia en el Priorat
En este link podéis ver todas mis fotos del Gran Hotel Mas d’en Bruno
En este link encontráis el vídeo de mi suite 23 en el Gran Hotel Mas d’en Bruno
Podéis ver el Spa del Gran Hotel Mas d’En Bruno en este link