No hay nada que me guste más que un hotel dedicado al bienestar y con propuestas personalizadas para mis necesidades. En Ubud, Bali, abrió en diciembre de 2022 el resort GDAS Bali. De hecho, Bali y especialmente Ubud, no son mis destinos favoritos pues están sobre explotados en cuanto al mito de la vida saludable. A veces se ha llamado a Ubud la Disneylandia del yoga y la comida vegana. GDAS Bali proyectó un espacio donde un estilo de vida saludable fuera accesible y basado en la ciencia de las plantas medicinales. El objetivo es que los huéspedes reconecten consigo mismos, tengan una vida mejor y una mayor comprensión del cuerpo, la mente y el alma.
Os voy a compartir mi fabulosa experiencia teniendo en cuenta que cuando yo estuve, en noviembre de 2023, el resort estaba a medio construir, y le faltaba lo que ya debe ser actualmente un hito en Bali: una clínica enfocada en el bienestar y la salud, The Bali Eden se ha convertido en un santuario de paz, un lugar para la curación holística y el rejuvenecimiento, ofreciendo una gran variedad de técnicas y terapias tradicionales.
Ubicación
El complejo está situado a quince minutos de Ubud, en un lugar aislado rodeado de arrozales, selva y santuarios hindúes; y a una hora o algo más desde el aeropuerto. Disponen de transfers durante el día para ir al centro de Ubud y para regresar.
Las habitaciones tienen vistas a los arrozales, es todo muy idílico y muy Bali.
Además está algo apartado de la carretera principal y cuenta con una discreción y tranquilidad absolutas.
Distribución
*Todos estos comentarios de mi experiencia, son anteriores a que el GDAS Bali abriera The Bali Eden, que prácticamente duplica su espacio, por lo que mi reseña tendría que completarse con otra visita.
El edificio principal, al aire libre, alberga la pequeñísima recepción y área de check in con sofás y el restaurante Tangi.
Las vistas por un lado es la piscina principal que es alargada y los arrozales. Por el otro será la parte del nuevo edificio.
El siguiente edificio encontramos las 27 habitaciones y villas.
La parte superior del edificio principal es el Yoga Shala, una magnífica sala de yoga al aire libre donde siempre corre una brisa magnífica.
Al final de la piscina se encuentran la sala de Hot Yoga, la librería y la tienda.
La piscina principal y la zona de hamacas son perfectas para fotos de Instagram:
El enorme jacuzzi es sencillamente maravilloso, y el lugar perfecto para relajarse con la puesta de sol:
Mi habitación
Yo dormí tres noches en la Lempuyang 4. Hay dos tipos de habitaciones en GDAS Bali: las habitaciones Grand Deluxe y las villas con piscina Prestige. Ambos ofrecen algunos tipos de vista diferentes.
Las habitaciones son contemporáneas, inspiradas en las casas tradicionales indonesias. Incorporan distintos techos javaneses y mezclados con cemento y arte balinés.
Las villas son ideales para los que prefieran un mayor espacio, ya que además de estar divididas en dos plantas, disponen de cocina exterior, gran terraza, etc.
Mi habitación era preciosa, además de tener esta bañera con vistas:
Gastronomía
El único restaurante de GDAS Bali es el restaurante Tangi, es donde sirven el desayuno, almuerzo y cena. Se trata de una oferta totalmente vegana, con un menú de temporada de productos locales, inspirados en las tradiciones culinarias balinesas e internacionales. El chef Wayan Mulyawan ha trabajado en todo el mundo y lidera la cocina en la creación de platos.
Disfruté de la comida de lo lindo, de verdad que me pareció espectacular. En la carta encontramos propuestas como batidos, gado gado, curry tofu masala, hamburguesas de verduras y rollitos de primavera de hongos jaca. No se sirve alcohol, sino tés locales, bebidas detox, zumos, batidos y cócteles, por supuesto, sin alcohol.
Actividades
Al GDAS Bali no se va sólo a descansar, sino a emprender un viaje de bienestar integral tanto mental como espiritual. Para ello, a parte de la belleza de su entorno, de una gastronomía sencilla y deliciosa, las actividades que tienen preparadas, son un reflejo de la cultura balinesa y tiene como objetivo la mejora personal:
– Wellness consultation: fue lo primero que hice al llegar para que la sabia local, dijese qué tenía que comer y cómo veía el estado de mi salud y de mi alma.
– Yoga: GDAS Bali ofrece yoga cada mañana para todos los huéspedes. Para los que como yo toman parte en alguno de los programas, hay diversos tipos de yoga. Por ejemplo yo tuve clase privada de Pranayama yoga (que combina yoga con ejercicios de respiración), sunset yoga, energize yoga flow, y algún otro.
– Grounding & Usadha purification: esta experiencia se lleva a cabo de forma oficial en un templo, en GDAS Bali se lleva a cabo en el altar del resort con el sacerdote. El agua que utilizan es sagrada con virtudes reconstituyentes y beneficios terapéuticos, a nivel físico, emocional y espiritual. Me senté contemplando al sacerdote mientras recitaba sus oraciones y cantos sagrados.
– Canang: canang sari es una de las ofrendas diarias que hacen los hindúes balineses para agradecer al Sang Hyang Widhi Wasa en forma de alabanza y oración. Lo veréis por todas partes, en las tiendas, en las casas privadas y en los templos. Pues yo hice un canang con hojas de palmera de cocotero:
– Paseo por el huerto ecológico del GDAS Bali: y aprender las diferentes variedades de plantas locales, sus propiedades y cómo las utilizan:
– Loloh: es una bebida verde y saludable de sabor amargo, hecha con hojas de cemcem.
Las hojas de cemcem se mezclan con otras plantas, se trituran y en agua tibia. Después se mezcla el agua con canela y azúcar de palma líquida para neutralizar el sabor amargo que proviene de las hojas. Y este es el resultado:
– Hacer sombreros con hojas de palma: otra tradición balinesa que me enseñaron y a pesar de mi torpeza con los trabajos manuales, conseguí hacer uno:
Fue una experiencia muy divertida, he aquí la prueba:
– Masajes: por el momento los masajes tienen lugar en la habitación o en las salas que tienen habilitadas para ello. *Antes de que abrieran The Bali Eden, disponían de un pequeño y bonito spa:
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