He dado varias vueltas al mundo pero jamás había visitado Canet de Mar, una pequeña ciudad a unos 21 kms de Mataró, mi ciudad. Y a una hora exacta en tren desde Barcelona.
Por fin me decidí a visitar este destino con varias propuestas modernistas que son un must, y especialmente viviendo, como se suele decir, a un tiro de piedra.
Además para varias generaciones de catalanes es el lugar donde nació en 1971 el Canet Rock, festival de música y estandarte de la contracultura catalana. También es la cuna del famoso grupo La Trinca y del grupo teatral Comediants donde tienen su centro de creación La Vinya.
La visita se puede hacer perfectamente en un día, yo fui a pie a todas partes y llegué hasta allí en transporte público. Lo primero que tenéis que hacer al llegar es visitar la oficina de información turística allí me ayudaron y me guiaron. Está en el edificio que también visitaréis: Casa Museo Lluis Domènech i Montaner.
Os resumo mis visitas y otras actividades sugeridas en Canet de Mar:
– Casa Museo Lluis Domènech i Montaner: es la casa que se construyó el famoso arquitecto para veranear con su extensa familia. Aprovechó dos casas existentes y las unió. Con los años y por culpa del cero respeto de una Caixa el edificio ya no tiene tanto patio exterior.
Todo el recorrido está muy bien ilustrado con una serie de elementos interactivos disponibles en 4 idiomas.
La Casa Domènech era una casa del siglo XVIII, de planta y un piso, que se encontraba al lado mismo de Can Rocosa. El arquitecto la compró en 1886 por 42 pesetas y tan pronto como pudo, derribó la pared medianera que unía las salidas de las dos propiedades. De esta manera comunicó la masía, que era su taller, con la nueva casa, destinada a espacio familiar.
En la planta de la entrada está el comedor, una sala de exposiciones y las escaleras que suben a los dos pisos superiores. La segunda planta son oficinas municipales y no se pueden visitar.
En el primer piso de Can Domènech, el arquitecto distribuyó diferentes cámaras de dormir para sus hijos y también hizo un baño para su esposa, toda una novedad en el Canet de 1910.
En el segundo edificio, la Masia Rocosa -que era el antiguo edificio que ya existía cuando el arquitecto empezó las reformas- fue muy cuidadoso con los elementos barrocos originales, los espejos, y los elementos de piedra. Incorporó muchas piezas modernistas utilizadas en algunos de sus trabajos. Por ejemplo, los zócalos de la estancia de entrada a la masía son los mismos que utilizó para decorar algunas columnas del Palau de la Música (1905-1908) o en la pila de fregar de la cocina colocó la misma cerámica del vestíbulo de la Casa Thomas (1897). Allí también podemos ver la mesa ondulante en la que realizaba sus trabajos.
La entrada cuesta 5€ y con el carnet de bibliotecas 2€. Revisad horarios en su web.
– Castillo Santa Florentina: situado a pocos minutos a pie del centro de la ciudad, es un impresionante edificio que tuvo un gran esplendor durante el siglo XIV. Está construido sobre una antigua casa de la época romana : Domus, que fue un núcleo urbano y zona de producción vinícola. En el siglo XI el edificio se convirtió en una masía fortificada para combatir las incursiones piratas de la época y hoy todavía sigue presente en el conjunto arquitectónico del Castillo.
En el siglo XIX pasa a manos del empresario editorial Ramon de Montaner, tío de Domènech i Montaner. El arquitecto fue el encargado de restaurarlo y ampliarlo.
Actualmente sigue siendo hogar de los propietarios, y se puede visitar una gran parte del castillo. Además es un lugar magnífico para celebrar bodas y eventos corporativos.
Fue a finales del siglo XIX cuando Ramon de Montaner i Vila, su propietario, encargó a su sobrino Domènech i Montaner la restauración y su ampliación. Introdujo vitrales de colores, cerámicas, hierro forjado y esculturas que hacen de este castillo una auténtica joya. El patio de armas es el que distribuye los diferentes espacios:
El proyecto final se define como una residencia palacio con toques medievales y románticos de castillo, en harmonía con un estético y creativo lenguaje modernista. Esta reforma inspirada en elementos medievales, modernistas y neogóticos le dio un mayor renombre al Castell de Santa Florentina.
Como curiosidad el castillo fue escenario de la serie Juego de Tronos, como la Colina Cuerno, la fortaleza de la Casa Tarly en la sexta temporada de la serie.
La entrada cuesta 12€ online y 14€ allí mismo. Admiten a 30 personas por visita, yo fui sin reserva porque era un viernes y tuve suerte, pero recomiendo comprar la entrada online y asegurarse la visita. que se realiza con una audio-guía y una guía que lidera al grupo.
– Cementerio municipal: el cementerio de Canet es el resultado de una ley de 1830 que obligaba a hacer los entierros en los alrededores de la ciudad. El lugar elegido fue el camp d´en Tinoia, encima de un pequeño monte. Dentro de la llamada casa de los muertos se pueden ver algunas piezas realizadas por prestigiosos artistas. No se puede pasar por alto el panteón de los Busquets, construido entre 1906 y 1909 con un modernismo muy suave. Lluís Domènech i Montaner diseñó tres panteones: el de la familia Font Montaner, el de la familia Montaner Malató y el de la familia Domèmech i Montaner. A parte de estas obras de arte, posiblemente el monumento más significativo es el Àngel del Judici, obra del escultor Pagès Serratosa, y que se encuentra en el panteón de la familia Pau Font:
– Santuario de la misericordia: la devoción mariana en Canet de Mar se refleja en este majestuoso Santuario, construido entre 1853 y 1857. El arquitecto fue Francesc Daniel Molina, quien dio un estilo neogótico a todo el proyecto. Esto se puede apreciar en la fachada, con un arco gótico que enmarca la entrada y un rosetón de grandes dimensiones. No pude visitar el interior porque estaba cerrado.
Al ladito mismo se encuentra otra joya del Modernismo, el restaurante El Santuari ubicado en un edificio modernista diseñado por el arquitecto mataronés Josep Puig i Cadafalch en 1914. Cuando estuve, estaba cerrado por vacaciones.
– Paseo de la Misericordia: hasta 1910 la llegada al Santuari de la Misericòrdia se hacía a través de un camino laberíntico. En esa fecha, el americano Josep Mora cedió los terrenos que van desde el inicio del paseo hasta la actual Escola de Música. Después de algunas polémicas, en 1917 se acabaron los últimos detalles: la plantación de los plátanos, la colocación de los bancos y la construcción de la fuente, que fue diseñada por Ramon Puig i Gairalt.
– Iglesia parroquial: el edificio se construyó entre 1579 y 1591 bajo la supervisión de Onofre Anrich, aunque la iglesia actual es el resultado de numerosas modificaciones. La más importante se hizo entre 1940 y 1946, cuando se reconstruyó todo el crucero caído durante la Guerra Civil.
En la fachada la parte más impresionante es el campanario, de 42 metros de altura, que se acabó en 1805, durante el período más importante de la marina canetense. A nivel arquitectónico es muy interesante porqué hace un estudiado tratamiento de las formas geométricas.
Allí podéis tomar algo en su agradable plaza, Venerable Gabriel Maciá.
– Comprar en el mercado municipal: a principios del siglo XX cuando se reivindicó un mercado cubierto, y fue el 16 de abril de 1933 cuando se celebró la votación donde los canetenses determinarían si asumían un préstamo de 250.000 pesetas. La respuesta fue afirmativa. La gran novedad de esta votación fue que las mujeres por primera vez en España ejercieron el derecho de voto.
El proyecto corrió a cargo de Pere Domènech i Roura que utilizó un lenguaje clasicista, con columnas dóricas, y líneas rectas en las ventanas. La plaza tiene cuatro entradas idénticas, una en cada fachada. Para poder superar el desnivel de la calle, tres de estas entradas tienen escaleras. En el interior, la estructura conforma el espacio. La cubierta está sostenida por los muros del edificio a su alrededor y por un grupo de pilares centrales formados por cuatro perfiles angulares muy esbeltos.
– Disfrutar de su gran playa: La playa de Canet de Mar es una playa urbana con paseo marítimo. Tiene cerca de un kilómetro y medio de longitud y unos 50 metros de anchura media. Su arena se caracteriza por ser parecida a la que resulta de la descomposición del granito. La entrada al mar se realiza de manera súbita, a partir de un talud de un par de metros de profundidad. Está balizada a 200 metros de la costa para proteger la zona de baño, y tiene un canal señalizado de entrada y salida de embarcaciones, destinadas a excursiones turísticas por la costa.
– Comer en 6Q Restaurant: no sólo por su comida sino también por estar en otra de las casas diseñadas por el arquitecto Domènech i Montaner, Casa Roura. Ofrecen cocina tradicional catalana con un giro innovativo, a mí me gustó mucho.
Su espacio interior es una maravilla y además disponen de una zona terraza. Muy recomendable.
Otros restaurantes tradicionales donde comer: Bar el Molí, la Trinca, Bar Restaurant Gatzara, La Queixalada, Paquita Slow.
– Comprar en la Pastelería Campassol el mejor souvenir de Canet de Mar: el vitral modernista, símbolo de la identidad de Canet y haciendo homenaje al personaje más ilustre de la ciudad Lluís Domènech i Montaner. Una idea del Gremi de Pastissers de Canet. Hecho con masa de pasta de té y gelatina de colores. Lo podemos encontrar también en otras pastelerías.
Web oficial de Canet de Mar en este link
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