Sigo mi periplo de gelaterie cada vez que visito una ciudad italiana. En este caso es Turín, la capital del Piemonte. Los helados forman parte de la tradición italiana, y precisamente Turín es una ciudad que cuenta con una cultura centenaria de helados y sorbetes. La capital piamontesa alberga heladerías excepcionales que ofrecen multitud de sabores incluyendo cremas y sorbetes elaborados con productos de calidad que tienen en cuenta la estacionalidad de los ingredientes y el origen de las materias primas.
Me dejé aconsejar por mis amigos turineses y este es el resultado de mi recorrido y cata. Como siempre, no es un ranking, es mi selección:
– Mara dei Boschi: sin duda una de mis preferidas. Dispone de un pequeño espacio interior y una gran terraza exterior en la encantadora Piazza Carlina.
Curiosamente el que yo probé fue el de Sacher, pero deconstruido: primero pusieron en el cono el helado de chocolate negro, luego la mermelada de albaricoque, luego nibs de cacao, y repitieron las tres capas otra vez. ¡Delicioso!
Me comentaron que los de frutos del bosque son espectaculares.
– La Romana: esta gelateria es muy internacional y la conocí en Bucarest el año pasado y está en muchísimas ciudades europeas, incluida Barcelona.
Es el establecimiento donde encontré más cola cada vez que pasaba por delante. Está en diferentes emplazamientos en Turín.
Disponen de una zona interior para sentarse y me comentaron que su helado de vainilla es mítico. El de chocolate negro -el que siempre tomo- es delicioso.
– Alberto Marchetti: la encontramos en diferentes ubicaciones en Turín. A mi amiga le gustó mucho el de cheese cake.
Además de la gelateria propiamente dicha, hay un gran espacio dedicado a la investigación, cursos, experimentos y excelentes productos que acaban en helados. La búsqueda de materias primas locales es, de hecho, uno de los imprescindibles: leche fresca de los valles piamonteses, chocolate Gobino, avellanas de la región de las Langas, etc.
– Nivà: esta preciosa gelateria tiene un establecimiento en el centro y otro más alejado. Esta última estaba cerca de mi hotel y tuve la suerte de poder conocerla. También podemos encontrarla en Cannes, en Porto y en Lisboa.
Son muy reconocidos por el uso de materias primas de primerísima calidad.
Es un espacio pequeño donde encontramos un par de taburetes para sentarnos. Me encantó mi gelato de chocolate negro y mango. Vale la pena acercaros hasta Nivá para probar sus propuestas.
– Vanille Gelateria: esta es oficialmente una mini-gelateria. Y siempre hay colas para entrar. Muy céntrica y todo está muy rico.
Os recomiendo que seáis atrevidos, que la visitéis con hambre, y probéis el gelato toast, es decir, dos rebanadas de pan de payés y gelato dentro. Yo conocía el popular brioche, pero en esta versión de pan rústico no la había visto nunca.
Web oficial de Turismo Turín aquí
En este link podéis ver mis fotos de Turín
Podéis ver más fotos y comentarios siguiendo #GraupixTorino
Aquí podéis leer la historia del vermú que fue creado en Turín, y además os recomiendo el Extra Vermouth como experiencia gastronómica.
En Turín tenéis que disfrutar de sus cafés históricos, aquí os digo cuáles son los más bonitos
Qué ver y hacer en Turín, mis propuestas las podéis leer aquí
Restaurantes tradicionales y con sabores locales en Turín: Ostú, Ristoro 28 Marzo, Porto di Savona, Ristorante Consorzio, La Piola Sabauda, Madama Piola
Yo en Italia voy a gelato por día mínimo y he escrito otros artículos compartiendo mi pasión por los gelati: – En este link podéis leer mis sugerencias de gelaterie y de pasticcerie en Milán
En este link encontraréis mis sugerencias de gelaterie y de pasticcerie en Florencia
Podéis leer aquí mis gelati preferidos en Roma
Aquí podéis leer cuáles son los mejores gelati en Bologna
Incluso en Bucarest, Rumanía, hice mi recorrido de gelaterie y aquí tenéis el resultado
Para ser honestos, algo he encontrado cerca de casa que se le parece mucho y alivia mi imposibilidad de viajar constantemente a Italia, La Carambola en Barcelona.