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Turín sigue siendo una gran desconocida y una visita a la capital del Piamonte, representa una sorpresa muy agradable. Es la cuarta ciudad más grande de Italia, su silueta fue diseñada por la Casa de Saboya y fue la primera capital del país en la década de 1860. La ciudad de Turín se estima que tiene una población de 892.000 habitantes y el área metropolitana tiene se estima que tiene 2,2 millones de habitantes.
Su ambiente y arquitectura refinados parecen más de estilo francés que italiano: grandes avenidas arboladas, palacios y calles porticadas infinitas. Es una ciudad perfecta para pasear.
Para visitar sus atracciones, recomiendo que os saquéis la Torino + Piemonte Card, de gran ayuda para entrar gratuitamente en muchos museos y contar con descuentos. Además es recomendable sacar con anterioridad vuestras entradas online de lo que queréis visitar, cuando yo estuve había muchos turistas, y de no haberlas tenido con antelación seguro que no habría podido visitar nada.
La ciudad da por lo menos para 3 o 4 días, y si le sumamos la provincia contad con 7 días. Os comparto todo lo que hice en 2 días que evidentemente, no fue suficiente, pero sí da una primera idea de qué ver, según consideré más importante:
Palacio Real: fue mi primera visita. Situado en pleno centro, se erige majestuoso en la Piazza Castello. Fue construido para Carlos Manuel II alrededor de 1646, sus habitaciones lujosamente decoradas con asombrosos techos artesonados albergan una gran variedad de muebles, porcelana y otras galas.
Los jardines reales fueron diseñados en 1697 por André Le Nôtre, de quien también son obra los jardines de Versalles. Es el típico palacio real que vamos visitando una sala tras otra y todas preciosas.
Con la entrada al Palazzo Reale también se puede visitar una extensa colección, que incluye tesoros arqueológicos griegos y romanos en el Museo di Antichità, una deslumbrante sala de armería. También acogen espectáculos temporales en la Sala Chiablese.
Le entrada cuesta 15€ y gratis con la Torino+Piemonte Card. Tenía cita para entrar a las 9, cuando abren, y eso fue perfecto para ver las estancias con poca gente.

Biblioteca Real: está situada al lado del Palacio Real y la misma entrada sirve para acceder a la biblioteca. Sigue funcionando como tal y por lo tanto se ruega silencio cuando se está visitando.
Conserva más de 200.000 volúmenes, papeles antiguos, grabados y manuscritos, resultado de las compras decididas en 1831 por Carlo Alberto di Saboya-Carignano.
En 1839, con la compra de la colección de Giovanni Volpato, encontramos dibujos de grandes maestros italianos y extranjeros, incluyendo trece hojas de autógrafos de Leonardo da Vinci.

El aumento de fondos llevó a la construcción de la nueva sede en la planta baja del ala este del Palacio Real. Inaugurada en 1942 y diseñada por el arquitecto de la corte Pelagio Palagi, con un mobiliario monumental en dos niveles.
Después de la Segunda Guerra Mundial, con el paso al Estado de los bienes de la Casa de Saboya, la Biblioteca Real se convirtió en una biblioteca pública.
Museo Egipcio: ubicado en el Palazzo dell’Accademia delle Scienze, la institución fue fundada en 1824. En los últimos años se completó una importante renovación y los nuevos espacios minimalistas casi duplican la cantidad de la colección disponible para la exposición pública. El recorrido es muy interesante pues se combinan películas sobre excavaciones y fotografías de principios del siglo XX con la obra expuesta, con una narrativa cronológica bien articulada.
Entre sus muchos puntos destacados se encuentran una estatua de Ramsés II (una de las piezas de arte egipcio más importantes del mundo) y una vasta colección de papiros. También hay 500 artículos funerarios y domésticos de la tumba del arquitecto real Kha y su esposa Merit, que datan de 1400 aC y que fueron encontrados en 1906.
Le entrada básica cuesta 18€ y gratis con la Torino+Piemonte Card. Tenía cita para entrar a las 11h del sábado, y había «un millón de personas», sinceramente fue incómodo para ver la exposición como se merece. Si podéis, sugiero que lo visitéis a primera hora cuando abren y en día laborable.
Museo Nacional del Cine: ubicado dentro de la Mole Antonelliana, nos lleva a hacer un recorrido por la historia cinematográfica. Tomaos vuestro tiempo pues es grande y hay varios espacios para ver documentales.

Allí se ven objetos de coleccionista como el bustier de encaje negro de Marilyn Monroe, la túnica de Peter O’Toole en Lawrence de Arabia y el ataúd utilizado por el Drácula de Bela Lugosi. En el corazón del museo, el vasto Salón del Templo está rodeado por 10 «capillas» interactivas dedicadas a diversos géneros cinematográficos.
Le entrada básica cuesta 12€ y gratis con la Torino+Piemonte Card. Sugiero que cuando compréis la entrada del museo, también compréis la del ascensor panorámico que os llevará a lo alto de la Mole Antonelliana.
Mole Antonelliana: es seguramente el símbolo más reconocible de Turín. Inicialmente fue concebido como una sinagoga, antes de ser comprada por el ayuntamiento para convertirla en un monumento a la unidad nacional. Diseñado y comenzado por el arquitecto Alessandro Antonelli en 1863, se completó en 1889. En su momento fue con sus 167’5 metros de altura, el edificio de mampostería más alto de Europa.
En 1961, con motivo de las celebraciones del Centenario de la Unificación de Italia, se inauguró el ascensor panorámico que, renovado en 1999 sube hasta el templo a 85 metros de altura. Desde allí se puede disfrutar de las deslumbrantes vistas de 360 grados de la ciudad. También es posible subir a pie por las escaleras de la cavidad de la cúpula hasta la terraza panorámica.
Le entrada básica cuesta 9€ y gratis con la Torino+Piemonte Card. Hay siempre mucha gente para subir, aseguraos vuestra entrada y compradla con antelación suficiente.
Duomo di San Giovanni Battista: es la única iglesia de estilo renacentista de Turín. La catedral fue un encargo de la familia Saboya y fue construida entre 1491 y 1498 por el arquitecto Amedeo de Francisco di Settignano.
Allí tenemos que ir para ver su altar impresionante donde se conserva la famosa Sábana Santa aunque de hecho, lo que se ve es una réplica.
La entrada es gratuita.

Torre Campanaria: el campanario de la catedral fue construido en la segunda mitad del siglo XV por voluntad del obispo Giovanni di Compey.
Entre 1720 y 1722 el arquitecto de la corte Filippo Juvara trabajó en la coronación y la cúpula, pero las obras se interrumpieron antes de la realización de esta última.
La torre asumió así su aspecto actual: una construcción de ladrillo que termina con un campanario barroco en estuco y piedra.

La altura son 62 y para llegar tenemos que subir 210 escalones -bastante irregulares-, preparaos y la recompensa llega arriba con las increíbles vistas.
*El Museo Diocesano estaba en reformas cuando yo visité Turín
Le entrada para subir cuesta 3€ y gratis con la Torino+Piemonte Card. Llegué justo cuando abrieron a las 11h y fui la primera, pude estar en lo alto sola.

Palazzo Madama y su torre medieval: un palacio medieval magnífico que remonta al año 1402, cuyas obras de ampliación del edificio se iniciaron a instancias de Ludovico Príncipe de Acaya. Gracias a los documentos conservados en el Archivo del Estado fue posible reconstruir el jardín con las mismas plantas y hierbas descritos en los diversos tratados de la época.
El palacio resume toda la historia de la ciudad: de una puerta romana, se transformó en la Edad Media en una fortaleza y luego, en el castillo de los príncipes de Acaja. Entre los siglos XVII y XVIII las madames reales de Saboya lo eligieron como su residencia, y en el siglo XIX Carlo Alberto colocó allí el primer Senado del Reino de Italia. Desde 1934 el palacio alberga las colecciones de arte antiguo del Museo Cívico.
Su torre nos regala vistas de 360 grados a la ciudad y se sube en ascensor.
La gran sorpresa es también el jardín botánico exterior, no muy grande pero con plantas muy bonitas y muy bien distribuido.
Le entrada básica cuesta 10€ y gratis con la Torino+Piemonte Card. Había poquísima gente, súper recomendable.

Real Chiesa di San Lorenzo: una iglesia preciosa al lado del Palacio Real. Entrad que os impresionará. Dentro de la iglesia, en la capilla de Nuestra Señora de los Dolores, se exhibe una réplica en pequeño formato de la Sábana Santa.
La entrada es gratuita.

– Probar el vermú de Torino con la experiencia Extra Vermouth. Os invito a leer mi artículo donde os cuento todos los detalles del vermú turinés.

Web oficial de Turismo Turín aquí
En este link podéis ver mis fotos de Turín
Restaurantes tradicionales y con sabores locales en Turín: Ostú, Ristoro 28 Marzo, Porto di Savona, Ristorante Consorzio, La Piola Sabauda, Madama Piola
En Turín tenéis que disfrutar de sus cafés históricos, aquí os digo cuáles son los más bonitos
Aquí podéis leer la historia del vermú que fue creado en Turín, y además os recomiendo el Extra Vermouth como experiencia gastronómica.
Y si buscáis un buen gelato italiano en Turín, leed mi artículo donde os descubro cuáles son las mejores gelaterie
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