Amo Italia y amo todas sus ciudades, claramente unas son más bonitas que otras, pero todas tienen algo especial. A ese algo especial le quiero añadir la gastronomía italiana, variadísima, riquísima a lo que le sumo sus vinos espectaculares.
He visitado Milán en más de 30 ocasiones a lo largo de mi vida (confieso que con 19 años tuve un típico noviete italiano que me cantaba canciones de Eros Ramazotti), y en todas estas visitas, he conocido muchísimos restaurantes en los que he disfrutado a lo loco.
Hace unos años, escribí un artículo que voy actualizando sobre mis gelaterie y pasticcerie preferidas no apto para golosos… Y como recibo contantemente preguntas sobre dónde comer, he recopilado mis restaurantes favoritos, en su mayoría tradicionales, que incluyen trattorie o osterie:
– Ranch Roberta: esta restaurante cerca de la Fiera Milano City -el recinto del centro- están especializados en pescado, y disponen de un buffet de antipasti espectacular:
He comido muchísimas veces en este restaurante y siempre he disfrutado de lo lindo.
Todo está delicioso y además os recomiendo que probéis su tiramisù y todos sus postres caseros.
El restaurante no es nada pretencioso, es muy casual y el ambiente os encantará.
– Il Montalcino: con un ambiente más sofisticado y decoración de maderas oscuras, fue inaugurado en 1978 por productores del vino Brunello di Montalcino. A mi me encanta su terraza y observar a sus elegantes clientes.
Una cocina de tierra firme, mucha carne, largas cocciones, elaboración propia de panes y de postres.
Sencillamente todo es top, quedaréis encantados.
– Un posto a Milano: con este precioso nombre encontramos un proyecto increíble que aúna una antigua granja que ha recuperado recetas, encontramos una parte de huerto, una tienda ecológica, y es el lugar perfecto para eventos coquetos.
Escondido dentro de los terrenos de una granja del siglo XVII que fue abandonada y ahora restaurada conservando todo su encanto. Pasta, pan, postres todo local y orgánico para ofrecer un menú clásico y sólo con productos de temporada. Todo viene de la misma granja y si no de otros pequeños productores locales.
– Risoelatte: es un encantador restaurante con decoración inspirada en los años 60, con platos de porcelana antiguos, tacitas con flores, todo monísimo y bucólico:
Como su nombre indica, el arroz protagoniza el menú en forma de deliciosos risottos.
También varias propuestas de arroz con leche -también como el nombre- de postres, no os perdáis el de Nutella.
– La Libera: es el restaurante que yo os aconsejaría para comer lo más típico y tradicional de la auténtica cocina milanesa y lombarda. Además está situado en una de mis zonas preferidas de la ciudad: Brera.
Aquí, podrás degustar la autenticidad milanesa en sus conocidos platos, como el risotto al salto y la cotoletta -la chuleta de cerdo- en un ambiente cálido y acogedor. La Libera sirve a los clásicos y les sirve bien.
– Trattoria Ottimofiore: la cocina siciliana en Milán, todo espectacular. No os perdáis su carritos de antipasti deliciosos, algunos típicos sicilianos como la pasta alla norma o la pasta con anchoas…
Y disponen de muchos platos con berenjena: la mencionada pasta alla Norma, rigatoni con berenjena de atún y tomate, pasta alla trapanese con tomate pesto ajo berenjena frita y almendras, rollos de berenjena, berenjena calatina, que se fríe con tomate y ricota salada.
Todo en un ambiente muy casero.
– Trattoria La Pesa 1902: como su nombre indica llevan muchísimos años en funcionamiento y por algo será.
A parte de cocina tradicional milanesa, con sus mondeghili -albóndigas-, sus cottoletas, sus risottos, etc, no os perdáis su tabla de quesos que lloraréis.
Sirven el que es uno de los mejores Oss Büs – osobuco de ternera servido con arroz de azafrán, plato súper típico milanés. Entrad a leer su carta y veréis que todo es tradicional y así probaréis lo que tenéis que comer en la ciudad.
– Osteria Conchetta: precioso local tradicional con una parte de suelo transparente donde podemos caminar encima de su bodega:
Toda la comida que ofrecen es tradicional y en su presentación le dan un giro más innovador. Productos de primera calidad cocinados con recetas antiguas.
– Osteria Serafina: una clásica osteria que platos de la tradición italiana, ofreciendo la mejor versión con atención constante a la calidad.
Muchos platos son seleccionados para ofrecerlos igual que antes se cocinaban, con recetas auténticas e intentando dar siempre la mejor calidad posible con productos de kilómetro cero.
Probad los ravioles «Serafina», un delicado dúo de ricota de cabra y porcini. Los segundos platos proponen recetas milanesas clásicas como la chuleta milanesa, carne de res en rodajas, filete suave con setas porcini. También es muy popular el risotto acabado de cocinar y servido directamente de la corteza vaciada del queso parmeggiano reggiano:
– Obicà Mozzarella Bar, Pizze e Cucina: un bar-restaurante donde la mozzarella protagoniza muchos de los platos, todo sin complicaciones y delicioso.
La mejor mozzarella de búfala, ingredientes de calidad y estilo contemporáneo. Ambiente sofisticado y comida deliciosa, sin pretensiones.
No os perdáis mi plato preferido Cinque Matrimoni, cinco quesos deliciosos en versiones diferentes:
Otro que también me encanta, es Boeucc, muy sofisticado y que tiene versión bistrot y versión ristorante.
Y otros que me recomiendan mis amigas milanesas, Latteria San Marco donde ya he estado un par de veces, no tienen ni web ni se puede reservar, todo delicioso, y desde 1921 la Trattoria Masuelli me dicen que es top. Entre los más nuevos me recomiendan Rataná, La Langosteria y 28 Posti. Todos añadidos a mi lista para cuando regrese a Milán.
En este link podéis leer mis propuestas de hoteles en Milán para todos los presupuestos.
Aquí podéis leer mi experiencia en el maravilloso Mandarin Oriental Milano y mis sugerencias de tiendas chic y diseñadores locales.