“Vaya suerte la tuya con tantos masajes», es uno de los muchos comentarios que me dicen mis amigas y es cierto, es la mejor parte de mi trabajo. Un trabajo que al fin y al cabo es trabajo porque mientras disfruto de un masaje o un tratamiento en un spa fabuloso tengo que estar memorizando los movimientos, los productos, y una vez termino lo anoto todo -podéis mirar #GraupixSpa en mi instagram-. Y en esta vida de sufrida periodista especializada en hoteles de lujo y destinos wellness pocas cosas me sorprenden ya. Pero siempre hay excepciones y acabo de conocer a Jimmy Jarnet que es mi último descubrimiento y no sólo me ha sorprendido sino que me ha entusiasmado.
Jimmy Jarnet recibió el reconocimiento de mejor masajista de Francia en 2016, normalmente lo encontráis en París, – muy pronto en el Salon de Beauté Balmain del Intercontinental-, cinco días al mes está en el hotel Four Seasons de Ginebra, y en hoteles alrededor del mundo ofreciendo sus servicios exclusivos. Y por fin ha venido a Barcelona, al hotel Mandarin Oriental Barcelona hasta el 11 de Abril. Una experiencia que no os podéis perder.
Jimmy es un coach deportivo parisino, masajista y diseñador de experiencia wellness, tiene formación en enfermería, podología y pedicura, hasta que un día decidió dedicarse a su pasión: la industria del bienestar. Durante toda su vida, había estado dando masajes, y siendo enfermero, se sintió un poco frustrado, siguió en paralelo cursos de fisioterapia para conseguir su objetivo. A los 27 años, ingresó a una escuela de pedicura podóloga donde estudió durante 3 años. Se graduó, trabajó durante un mes y medio antes de admitirse a sí mismo que realmente quería ser masajista. Lo dejó todo y se fue 6 meses a Tailandia, a Bangkok y a Chiang Mai, a la reconocida escuela de masajes Wat Po y también a unos templos para conocerse a sí mismo para poder conocer a los otros. Y así empezó su fulminante carrera.
Además es un amor de persona, simpático, empático y un grandísimo profesional.
¿Cómo es un masaje con Jimmy Jarnet?
Primero él mismo personaliza el ambiente: Jimmy customiza la sala de tratamientos con una proyección en el techo del universo oscuro, un cielo de noche espectacular. Además tiene una playlist de música para los tratamientos, relajante pero con un cierto ritmo -la que a mi me tocó era así- y Jimmy la combina sus movimientos de masaje.
Desde que nos encontramos, Jimmy habló conmigo un buen rato para entender mis necesidades, mi experiencia en masajes y escuchar a mi cuerpo a través de mis palabras. Cada cliente recibe un masaje totalmente personalizado y único adecuado para lo él que siente y necesita mejorar.
Mi masaje incluyó movimientos rápidos, rítmicos, masajes envolventes casi como abrazos vigorosos y otros más pausados y que incluían toda su fuerza. No sigue un protocolo concreto, como él mismo reconoce, su técnica es autodidacta, la intuición es básica en sus tratamientos. Luego con las formaciones, ha ido añadiendo acciones únicas y técnicas aprendidas en sus viajes.
Logré sentir todas mis áreas de tensión, de la cabeza a los pies y también aprendí a respirar con soplos para relajar mis músculos (más duro de lo que pensamos).
Esta fue la cara de felicidad después de mi masaje. Sin duda Jimmy, recibió el premio al mejor masajista de Francia en 2016, y más que merecido. Quiero ya más masajes suyos.