Dormir en un edificio con historia es una experiencia singular, y sin duda, que dormir en una hacienda con cientos de años y después reconvertida en residencia de lujo, es algo extraordinario, y eso ha sido posible gracias al buen trabajo de Marriott. En Yucatán y en Campeche disponen de cinco haciendas históricas, he estado en tres. Santa Rosa es la más pequeña de las cinco haciendas.
Para ver mis fotos de Hacienda Santa Rosa, A Luxury Collection linkar aquí
Podéis ver mi Suite 4 en Hacienda Santa Rosa, A Luxury Collection en este link
En este link podéis ver el Spa de Hacienda Santa Rosa, A Luxury Collection
En este link podéis leer mi experiencia en Hacienda San José, A Luxury Collection
Aquí podéis leer mi experiencia de lujo en Yucatán con Hacienda Temozón, A Luxury CollectionMi experiencia fue volar con Aeromexico desde Barcelona hasta Mérida y gracias al servicio de recogida y acompañamiento de Amigo Yucatán llegué en una hora a la Hacienda.Además, por su cercanía, los huéspedes de Santa Rosa pueden visitar bellezas naturales como las grutas de Calcehtok y la reserva de Celestún donde se observan cientos de flamencos en su hábitat natural. Y también la salinera de Xtampú para comprar la sal más pura.La Hacienda Santa Rosa, A Luxury Collection impresiona sólo a su llegada con las palmeras imponentes protagonizando el saludo en el camino de entrada:Dispone de 11 suites enormes con baños enormes, localizadas en los edificios originales de la Hacienda que han sido restaurados preservando el estilo original; para la decoración interior se han utilizado muebles del siglo XIX, además se trató de rescatar los suelos originales y los colores en las paredes que se estilaban en aquella época.Las habitaciones son muy espaciosas, la categoría estándar tiene una superficie aproximada de 40 m2 y las suites de 60 m2, tienen techos altos y cuentan con una hamaca que permite a los huéspedes dormir al estilo Maya.Algunas, como la mía, disponen de su propio jacuzzi exterior con jardín, sencillamente maravilloso.Interesantes son las amenidades del baño pues están en recipientes de cerámica – para seguir la línea sostenible de la Hacienda Santa Rosa, A Luxury Collection– y tanto el champú, como el acondicionador de cabello como la crema corporal están elaboradas con miel de las abejas de la fundación y por artesanos locales.
A pesar de ser la Hacienda más pequeña de Marriott, dispone de dos piscinas preciosas:Y la más grande, en la parte más antigua de la Hacienda, espectacular:El Spa es mi parte favorita, ubicado en el edificio que parece una pequeña iglesia, pero que en realidad era una tienda de raya – una tienda de raya era un establecimiento de crédito para el abasto básico, ubicada junto a las fábricas o haciendas y donde los obreros o campesinos eran obligados a realizar sus compra-:y además me hicieron un ritual maya incluyendo una limpia y un masaje con una técnica ancestral:Cuenta con un gran jardín botánico en donde se ofrece medicina alternativa para los huéspedes, infusiones de todo tipo y productos de temporada usados en el restaurante de la Hacienda. Un huerto en el que se pueden elegir las hierbas aromáticas y relajantes para el masaje que uno quiera recibir en el spa. Realicé una interesantísima visita guiada con el cuidador que me iba contando para qué sirve cada planta:Y me mostró las cajas dónde tienen las abejas meliponas, características de la zona y que producen poca miel, sólo de Marzo a Septiembre, bastante líquida y con propiedades extraordinarias. ¡Y que no pican!Ahora ya estoy planeando mi viaje a Campeche para disfrutar de las dos Haciendas de Marriott que me falta conocer. Os aseguro que es toda una experiencia y os animo a organizar un viaje recorriendo las haciendas históricas y descubriendo el Yucatán.