En el año 2013 disfruté de un viaje espectacular por Yucatán, y dormí en una hacienda colonial histórica, convertida en hotel de lujo; Hacienda Temozón, A Luxury Collection que es una de las tres haciendas que tiene Luxury Collection de Marriott en México. Cada hacienda proporciona una fusión de la preservación del patrimonio cultural y las tradiciones de las comunidades mayas, que junto con un buenísimo servicio, y una conservación del medio ambiente extraordinaria, y este conjunto brinda estancias inolvidables. Con esta primera experiencia, me propuse dormir en más haciendas cuando tuviese la oportunidad de regresar a Yucatán, y por fin, con la excusa de visitar el Tianguis Turístico en Mérida, pude realizar mi objetivo.
Para llegar a Hacienda San José, A Luxury Collection, primero tenemos que llegar al aeropuerto de Mérida, en mi caso volé con Aeromexico, y allí dieron el servicio de recogida y acompañamiento de Amigo Yucatán y en 45 minutos llegamos a la Hacienda. Para ver mis fotos de Hacienda San Jose, A Luxury Collection linkar aquí
Podéis ver mi Suite 3 en Hacienda San José, A Luxury Collection en este link
En este link podéis ver el Spa de Hacienda San José, A Luxury Collection
En este link podéis leer mi experiencia en Hacienda Santa Rosa, A Luxury Collection
Aquí podéis leer mi experiencia de lujo en Yucatán con Hacienda Temozón, A Luxury CollectionUn poco de historia: la Hacienda San José, A Luxury Collection fue fundada a finales del siglo XIX y en ella se cultivaba henequén que era el cultivo principal de toda la zona. En esas haciendas trabajaban las diferentes comunidades mayas de los alrededores y ese trabajo era su principal sustento. Luego cuando las haciendas dejaron su uso original y fueron abandonadas, dejaron en condiciones desfavorables a las comunidades. Hoy en día, las Haciendas colaboran con las comunidades comprando productos locales, dando formación y trabajo a los habitantes de esas comunidades.
Y en la Hacienda San José, A Luxury Collection utilizan el uniforme de hotel más bonito que he visto nunca: el traje tradicional de Yucatán: un huipil de batista de lino con un orlado de cenefas bordadas de vivos colores, el fustán, que se ciñe al talle y que sobresale bajo el huipil, tiene los mismos adornos y cenefas que éste y con él hacen juego, contemplándose ambos adornos uno debajo del otro ¡Una maravilla!Más allá de una pequeña oficina de recepción en la entrada de los terrenos amurallados, os encontraréis en el paraíso y sin nadie que os moleste. Tan sólo 15 suites y casitas esparcidas en 4 hectáreas, os resultará un lugar perfecto para relajaros, pasear o bañaros en las piscinas más perfectas. De hecho la piscina principal había sido en tiempos de la hacienda henequera, el lugar de almacenar el agua; más tarde se trató ese espacio con un revestimiento único de resina de árbol, y eso confiere al agua de la piscina un suave brillo verde:Paseos por los jardines, lugares sencillamente mágicos:Las habitaciones están decoradas con muebles coloniales, antigüedades y hamacas tejidas. Todos tienen ventiladores de techo -con altura de 5 metros- y aire acondicionado:Y todas las suites cuentan con una pequeña piscina para remojarse y tomar la foto perfecta para instagram:Por cierto, ¿habíais visto alguna vez un baño con un árbol en su interior?La comida es tradicional yucateca y espectacular, desde huevos ben he para desayunar:a cocinar mi propio guacamole y la cochinita pibil, evidentemente con la guía y acompañamiento de la chef Leydi Heb:Y mi actividad favorita en la Hacienda fue disfrutar del Spa que está en unas casitas típicas Mayas:Y allí disfruté de un masaje de rebozo, sí, con este nombre se conoce al foulard tradicional Maya, y que combina al masaje con aceite «normal» y unos estiramientos que antaño se aplicaban cuando los Mayas tenían alguna lesión muscular. Espectacular.La Hacienda San José, A Luxury Collection, cuenta también con una iglesia colonial preciosa por si habéis pensado en rentar la hacienda para una boda.Una experiencia fabulosa que me enseñó muchísimo de historia y especialmente aprendí mucho de cultura Maya.