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En Viena no sólo se pasea, se visitan museos y se come, sino que también es ciudad donde comprar productos únicos y exclusivos que sólo podéis encontrar en Austria, desde jabones artesanales a perfume con olor a la ciudad o sombreros perfectos para un evento o chocolates en miniatura que comía la mismísima Emperatriz. Me he recorrido la ciudad para buscar estos productos que sólo podéis encontrar allí y que se convertirán en el mejor souvenir o regalo.
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Link oficial de Turismo VienaAdemás me he paseado por Viena para encontrar propuestas que compartir sobre diseñadores, tiendas de regalos y lugares para comer o tomar una copa con vistas; que representan un poco lo originario de allí y su idiosincrasia. Espero que os sea muy útil:
Gastronomía:
Sky: se accede a este restaurante en la séptima planta de los grandes almacenes Steffl, y también tenéis entrada directa desde la calle Kärntner. Un enorme restaurante con vistas ofreciendo comida internacional y local.Y una espectacular terraza con vistas al corazón de la ciudad. Subid cuando queráis hacer una pausa de vuestras visitas.Do&Co Restaurant: justo enfrente la catedral de San Esteban, este hotel dispone de un restaurante en la séptima planta, y una pequeña terraza con las mejores vistas de la catedral.Ya os aviso, que sin reserva, será raro que encontréis mesa. Su propuesta gastronómica va desde sushi a otras comidas internacionales y algún plato local.Heiner: pastelería que había servido a la corte, esto se reconoce con el título K.U.K en su logo.
A priori muy pequeña porque es alargada, mejor subís a la primera planta donde podréis degustar con tranquilidad alguna de sus especialidades y contemplar la concurrida y popular calle Kärntner.Existe desde 1840, ya están la séptima generación trabajando. En honor a los 175 años de existencia elaboraron -en 2015- un pastel que es el más vendido, la Jubiläumstorte.
Os será muy complicado elegir entre la ingente cantidad de propuestas dulces y deliciosas.Imperial Torte: este popular pastel es el souvenir perfecto.
Según la leyenda, el pastel – que incluye capas de crema de chocolate, almendras en rodajas, rodeado de mazapán y recubierto de glaseado de chocolate – debe su existencia a la atención al deber del joven sirviente de cocina del Hotel Imperial, Xaver Loibner, allá por 1873, cuando tuvo lugar la exposición universal en Viena. El pastelero quería quedar muy bien con los dignatarios que visitaban el hotel -especialmente con el emperador Francisco José- y se inventó este pastel.
Hay tres clases diferentes de pastel en diferentes formatos.
Se compra en el Imperial Hotel, no dejéis de ir a desayunar o merendar allí y ver las dependencias públicas del hotel.
Crédito de las dos fotos: © Kirchgasser Photography.Ritonka: es una de mis tiendas-cafeterías preferidas en la ciudad: en forma de L, en un lado encontramos una concept-store, y en el otro una cafetería especializada en chocolates. También os encantará su arquitectura y decoración:Altmann & Kühne: esta tienda os entusiasmará porque está llena de chocolates en miniatura y de cajas monísimas para poner estos chocolates y seguro que haréis feliz a alguien.
La tienda es pequeñísima, al igual que sus mini chocolates.Los más vendidos son el cubo 8×8 (el tamaño más pequeño), el baúl de viaje 1 y la cómoda 0.
¡Monísimos, monísimos!Haas & Haas: es una preciosa tienda de tés, con zona para tomar algo, y una fantástica terraza.
Lo bueno es que no sólo venden tés, sino que disponen de una amplia gama de mermeladas locales, vinos y otras especialidades gourmet.Lo que yo me compré es la ginebra Recession, no sólo el diseño es atractivo, sino que también está muy buena.Manner: un producto con el que todos los austríacos han crecido y tenéis varias tiendas, una enfrente la catedral de San Esteban. Además encontraréis también merchandising de la marca si es que sois fans y la conocéis.
Y cuidado con probar sus productos que son adictivos.Diseño:
Wilhelm Jungmann & Neffe: había servido a la corte, esto se reconoce con el título K.U.K en su logo. Los vieneses y las vienesas más elegantes se visten en Wilhelm Jungmann & Neffe. Ropa a medida, desde 1836.Disponen de telas de la más alta calidad y sastres que cosen según el deseo del cliente.
Por cierto: hay una puerta y un pasillo secreto que conectan con el Hotel Sacher para la total discreción de sus huéspedes.Mühlbauer: fabricantes de sombreros desde 1903. Absolutamente todo está hecho en Viena, en diferentes talleres artesanales.Los materiales que usan son paja, algodón, también hacen originales tocados para bodas y eventos, y además disponen de tallas diferentes. Si os gustan los sombreros y váis a Viena, tenéis que pasar por Mühlbauer.Lobmeyr: cristales y lámparas artesanales de cristal exquisito. Fundada en 1823, están ya en la sexta generación con la innovación y excelencia del cristal. En 1883 Lobmeyr entregó la primera lámpara de araña eléctrica al palacio imperial de Viena. También son pues, proveedores de la corte austríaca.Aunque no queráis comprar nada, entrad y admirad la fabulosa tienda, sus columnas y sus lámparas. Subid a la segunda planta que hay un poco museo con piezas únicas de la historia de Lobmeyr.Augarten: también son proveedores de la corte imperial austríaca. Fundada en 1718, elaboran porcelana, desde elementos clásicos como platos y fuentes de servir, a elementos más modernos.Encontraréis propuestas para todos los bolsillos.A. E. Köchert: esta maravillosa joyería que fueron también proveedores oficiales de la Corte Imperial elaboran piezas exclusivas y carísimas, pero también tienen propuestas a partir de 300€, las famosas estrellas de Sisí.Las estrellas de la emperatriz Elisabeth son uno de los conjuntos de joyas más famosos que han surgido de Austria. Sisi poseía no menos de 27 de estas estrellas de diamantes, que podía usar como collar, tiara, colgante, broches o como adornos para el cabello.
Alexander Emanuel Köchert, joyero de la Corte Imperial y además Joyero de Cámara, diseñó y produjo las estrellas para la Emperatriz. Las reproducciones hoy en día son un homenaje a Sisí y se pueden usar como broches, colgantes y horquillas.Bienestar:
Perfumería J.B.Filz: esta pequeñísima joyería es en sí una joya. Desde 1809 y ya en séptima generación, disponen de perfumes únicos.También han elaborado cinco propuestas de perfumes vieneses y para variar, no pude resistirme y me compré uno. Realmente me encanta el olor. Wiener Seife: todos los jabones de Wiener Seife  son hechos a mano y se producen en su propia fábrica utilizando un suave proceso de agitación en frío. Las piezas a base de aceite de coco nutren y protegen la piel con el poder de la naturaleza, sin aditivos químicos, aceite de palma, aceites minerales ni conservantes. Utilizan los mejores aceites naturales, extractos de plantas y esencias de fragancias, preferiblemente de cultivo orgánico controlado.
El rango de productos va para la piel, cabello e incluso dentífrico.Saint Charles: es una farmacia que ha desarrollado productos cosméticos fantásticos.
Fundada en 1886 por el farmacéutico Alfred Blumenthal, en la Gumpendorfer Strasse es la sede central que tenéis que visitar, una farmacia a modo de museo con sus muebles antiguos, una preciosidad. En 2006, el farmacéutico Alexander Ehrmann se hizo cargo de la histórica farmacia y fundó Saint Charles.Sus productos se centran en la medicina tradicional europea. La medicina de herbolario, con un enfoque en la espagírica, fitoterapia y gemoterapia, forma la base de una amplia gama de productos.
Hace años que gasto sus productos y me encantan.Sin duda Viena, Austria en general tiene productos locales que merece la pena comprar, y probar, para llevarnos a casa algo único y que nos traerá los mejores recuerdos.