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Azores es un archipiélago que pertenece a Portugal y literalmente está en el «medio del Atlántico», a 1.400kms del continente (de hecho, desde São Miguel sale un avión a Boston y sólo son 4 horas de viaje). São Miguel es la isla principal del archipiélago y cuenta con 138.000 habitantes, mide 62kms de largo y casi 16 de ancho. Como curiosidad hay 3 vacas por habitante, lo que nos da una idea de las grandes cantidades de montañas verdes y pastos que encontraremos.
Azores está dividido en 3 grupos de islas, un total de 9. Entre grupo y grupo tenemos que tomar un avión, y sólo en el grupo central podemos desplazarnos en ferry. Gracias a que Iberia ha abierto ruta a Ponta Delgada, he podido tachar este destino de mi lista de deseos. Podéis ver la etiqueta #AzoresConIberia en todas mis redes sociales para más comentarios y fotos.Me he quedado totalmente enamorada de Azores, y eso que sólo he visto São Miguel y sólo 4 noches. Recomiendo calcular mínimo 5-6 días en São Miguel. Y espero regresar pronto para poder visitar otras islas, que sin duda, merecerán la pena.
Si no alquiláis coche, los taxis de la isla tienen precios fijos: 10€ aeropuerto-Ponta Delgada-aeropuerto, o 54€ excursiones de 3 horas o 104 de 6 horas o 134€ excursiones de 7 horas hasta el nordeste. Una buena opción.
El tiempo que encontraréis acostumbra a ser primaveral, también es cierto, que en un sólo día podéis tener lluvia, nubes y sol brillante. Estad preparados y llevad con vosotros chubasquero y paraguas de bolsillo.
A lo largo de todas las carreteritas, encontraréis miles y miles de hortensias bien colocaditas, la naturaleza ha obrado un jardín gigante jamás visto digno de pintor impresionista.
En este artículo podéis leer mis sugerencias de hoteles en São Miguel
Aquí podéis leer mis propuestas para foodies en la isla de São Miguel
Podéis mirar #GraupixAçores en todas mis redes sociales para más detalles y comentarios
En 4 días no he parado, y os voy a resumir lo principal que hay que ver en la isla, además, de mis preferencias:
– Perderos en Ponga Delgada: es la puerta de entrada, la capital donde llega Iberia, una ciudad super agradable donde vale la pena que paseéis y disfrutéis de su arquitectura y de sus parques. La habitan unas 68 mil personas. Sus callejuelas preciosas y los mosaicos que dibujan los suelos adoquinados, los veréis en todos los rincones. En el centro encontraréis las Puertas de la Ciudad de 1783 que antaño marcaban la puerta de entrada a la ciudad, y de hecho han cambiado su ubicación original a la actual en 1952.Interesante también el Fuerte de São Brás del siglo XVI, es la mayor fortaleza de la isla y sirvió como protección contra piratas y corsarios. Actualmente encontramos el Comando de la zona militar de las Azores y el Museo Militar de las Azores.
La Iglesia Matriz de São Sebastião del siglo XVI tiene características del gótico tardío y presenta elementos en estilo manuelino y barroco introducidos posteriormente en el siglo XVIII.
Simplemente dejáos llevar y pasead por la ciudad.
En este link podéis ver mis fotos de Ponta Delgada– Pasear por Ribeira Grande: es la segunda ciudad de São Miguel -31.000 habitantes-, y sólo estuve una horita pero me encantó pasear por ella. Además es conocida por la ciudad de los museos, los cuatro que no os podéis perder: O Arquipélago -centro de artes contemporáneas, museo do tabaco, museo vivo do Franciscanismo, y el museo municipal da Ribeira Grande.– Visitar O Arquipélago  Centro de Artes Contemporâneas: es lo que me llevó a Ribeira Grande. Es un espacio de referencia para la reflexión y el conocimiento de diferentes áreas artísticas.
Ubicado en una antigua fábrica de alcohol, que posteriormente fue usada para secar y almacenar tabaco, y fue comprado por el gobierno azoriano en 2006. Construido como espacio cultural y de producción de artes en una perfecta unión de un edificio antiguo y dos de nuevos. Dispone de una colección permanente y varias exposiciones que cambian cada cuatro meses.
Los arquitectos de tal magno complejo son Joao Mendes Ribeiro, Cristina Guedes y Francisco Vieira de Campos.
El proyecto arquitectónico fue nombrado finalista al premio Mies van der Rohe 2015 y ganó el premio FAD en 2016.
La entrada cuesta 3€.– Surfear en Praia do Areal de Santa Barbara: también en Ribeira Grande, es el lugar perfecto para los surferos y gente cool.Es una de las playas más extensas de la región, con cerca de un kilómetro de longitud. Dotada de excelentes infraestructuras auxiliares, esta playa es una estupenda zona de ocio a parte de poder practicar deportes como el surf y el bodyboard.– Observar el maravilloso islote de Vila Franca, a cerca de 1 km de la costa, este lugar es el resultado del cráter de un antiguo volcán sumergido y se considera uno de los principales atractivos turísticos de la isla de São Miguel.
Desde el Miradouro de Nossa Senhora da Paz lo podemos ver bien.Catalogado como reserva natural, las paredes de su cráter se encuentran revestidas por una vegetación endémica, mientras que en su interior hay una piscina natural con una forma casi perfectamente circular, que se comunica con el mar a través de un estrecho pasaje. Hay excursiones para visitarlo e idealmente se observa su perfección sólo en dron o desde el aire.O desde mi ventana con mi vuelo Iberia.Camino hacia allí, paraos en el Miradouro de Nossa Senhora da Paz Desde el mirador observamos algunas de las mansiones más caras de la isla en Caloura:
– Hacer senderismo en Parque Grená: espectacular parque privado que compraron unos particulares en 2018  y que abrieron al público en Diciembre 2019. La entrada cuesta 10€.
En el acceso alquilan bicicletas, aunque creo, que es mejor recorrer el parque a pie.
Calculad mínimo 90 minutos, los senderos están muy buen indicados y son de acceso fácil. No subí hasta la gran cascada porque había 630 escalones y representaba añadir 90 minutos más, pero si tenéis tiempo, podéis hacerlo. A lo largo de todo el recorrido, muy cuidado y con la naturaleza sin alteraciones, veremos el exotismo de las Azores. Yo recorrí el Parque Grená con un guía que me iba explicando las diferentes plantas y todos los detalles.En 1858, su propietario – Vines, un cónsul inglés en Ponta Delgada – construyó una casa de verano en la propiedad y la llama Grená en homenaje a su esposa que pasó sus veranos de infancia en Irlanda en una casa familiar con ese nombre. Hoy en día sólo se conserva el esqueleto. Espectacular.El bosque de bambús que ha abierto en Julio 2021, es el lugar perfecto para fotos de Instagram.– Bañaros en Parque Terra Nostra: La historia del parque está conectada con el desarrollo del pueblo de Furnas como spa termal y lugar de veraneo. Este jardín botánico de estilo romántico fue construido en los siglos XVIII y XIX, allí nos  podemos bañar en la piscina geotérmica, y disfrutar de la variedad y riquezas de la exótica vegetación.
La piscina de agua termal fue construida en 1780, por Thomas Hickling, el cónsul estadounidense que tuvo la idea original del Parque Terra Nostra, la piscina de agua termal comenzó a formar parte de la asamblea dominada por Yankee Hall, una casa de vacaciones propiedad de Hickling. La piscina era significativamente más pequeña en ese momento, pero ya consistía en una «isla» en el medio, con un puente que la unía a la tierra. Fue ampliada en 1935, adquiriendo su forma actual.El parque se divide en dos zonas: la zona superior, ocupada por senderos a través de los densos bosques, y la zona inferior entre el arroyo Amarela y el lago Serpentina, donde los visitantes pueden pasear por senderos, céspedes, piscinas y fuentes.
El manantial termal agua -cargada de minerales esenciales- que abastece a la piscina, está a una temperatura de entre 35 y 40 grados centígrados, proporciona una sensación de descanso que me dejó relajada para el resto del día.
La entrada cuesta 8€ y los huéspedes del  Terra Nostra Garden Hotel tienen acceso exclusivo cuando el parque cierra.Comer mazorcas de maíz en Furnas: es una antigua zona volcánica que ha estado activa durante más de 100.000 años, Furnas es un bullidero de actividad térmica. La exuberante zona ha estado atrayendo a los visitantes del spa que buscan las propiedades curativas del agua desde el siglo XIX.
En Furnas (y en toda la isla) es típico comer el cozido que se cuece bajo la tierra durante unas 8 horas, más información en este link.Acercáos a ver las diferentes calderas hirvientes y veréis como cocinan las mazorcas, que parece ser uno de los platos más populares. Había cola para comprar, y el agua sulfurada parece que le da un sabor característico.Por cierto, esta es la Lagoa das Furnas: sencillamente espectacular -si las nubes desaparecen y el sol brilla-:– Bañaros en el Monumento Natural da Caldeira Velha: otro maravilloso parque exótico donde disponen de una estructura dedicada a la promoción del patrimonio natural de la zona de Caldeira Velha, que está clasificado como monumento natural. El edificio permite al visitante descubrir las particularidades de este punto de interés y además nos podemos bañar en sus piscinas naturales de agua caliente. También hay alguna zona de agua menos caliente.
La entrada cuesta 3€ la visita y 8€ si os queréis bañar. Atención que las aguas son ferruginosas y tiñen de marrón el bañador, mejor traed uno viejo.– Bañaros en las Termas das Caldeiras: otras termas de agua muy caliente y éstas, sin turistas. También disponen de tres salas de tratamientos muy sencillas. Se trata de dos piscinas con termas, más bien pequeñas, no esperéis nada lujoso, el lujo está en que hay poca gente.
La entrada cuesta 3€
Enfrente tenéis el bar restaurante das Caldeiras donde podéis encargar un cozido tradicional.– Observar Sete Cidades: es oficialmente el punto más importante y más fotografiado en la isla, pero hay pequeño riesgo de no ver nada, como me pasó a mi por la presencia de las nubes. Pero por suerte, hay diferentes puntos para observar los dos lagos, y no todos estaban llenos de nubes.
Tiene 12 kms de diámetro y 500.000 años de antigüedad, de hecho ha tenido 17 erupciones en los últimos 5 mil años.
Es una de las 7 Maravillas Naturales de Portugal, muestra los Lagos Verde y Azul, que según la leyenda, se formaron a partir de las lágrimas de un pastor y una princesa que compartían un amor prohibido. Estos lagos se pueden ver desde el Mirador de vista del rey, llamado así por el rey D. Carlos y la reina D. Amélia para celebrar su visita a la isla en 1901– Observar la Lagoa do Fogo: A lo largo de la carretera regional hay varios miradores que permiten disfrutar de diferentes vistas panorámicas de la Caldeira do Vulcão do Fogo, donde domina en su interior, la Lagoa do Fogo, rodeada de laderas muy empinadas y dentadas, cubierta de bosque natural, con abundante y diversa flora endémica.
Se puede recorrer el itinerario no oficial hasta abajo
Es reserva natural desde 1974, y su profundidad llega a 30 metros.– Comprar Louça da Lagoa en Ceramica Vieira: si queréis comprar cerámica tradicional azoriana que se sigue elaborando con la tradición de siempre, tenéis que visitar Vieira. Fue fundada en 1862 por Bernardino da Silva, y ha estado en manos de la misma familia desde entonces.Actualmente la dirige la cuarta generación y sus hijas, miembros, a la quinta generación, Leonor Vieira, Teresa Vieira y Manuela Vieira a quien conocí y quienes amablemente me explicaron todo.En la fábrica, los visitantes pueden seguir las diferentes fases del proceso de elaboración de platos y azulejos, entre otras piezas. Desde modelar, pintar y cocinar en el horno, incluso se puede ver trabajar a los artesanos. En sus instalaciones se elaboran piezas de vajilla realizadas predominantemente en la rueda de alfarero y azulejos realizados manualmente, utilizando decoraciones características donde el azul es el color dominante. Se pueden hacer encargos.
Dentro de las instalaciones hay una tienda para comprar alguna pieza de cerámica.Observar delfines y ballenas con Futurismo: Las islas Azores son un hogar permanente o punto de paso para más de un tercio de las especies de ballenas y delfines de todo el mundo. Tenéis que ser conscientes que las observaciones dependen de la naturaleza, y hay días que se ven más animales y otros menos. Yo tuve la suerte de ver muchísimos delfines pero ninguna ballena esa día.Aquí podéis ver mi experiencia con Futurismo y los delfines. Ellos también organizan muchísimas excursiones en la isla.
La experiencia cuesta 60€ y recomiendo encarecidamente tomar biodramina pues mi experiencia de 4 horas fueron 2 horas sumamente movidas y no aptas para no navegantes.– Haceros un selfie en la Casa invertida: la encontramos en Furnas, y en realidad no es una casa, es un puesto de procesamiento de EDA, la compañía de electricidad de las islas. En lugar de algo vulgar, los ingenieros y arquitectos querían construir algo que fuera diferente. Esta extraña casa se ha convertido en un auténtico atractivo turístico de Furnas.