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Las residencias reales en Europa y Asia -en América encontramos pocas- han inspirado a escritores, las vemos con frecuencia en series de televisión y se han convertido en must-see al momento de planificar nuestros viajes. A veces se convierten per se en destinos populares, y ofrecen una visión del pasado y podemos ver y visualizar la historia mucho mejor. La mayoría son museos y son visitables. No dejéis de incorporarlos en vuestros itinerarios.
¿Quién no ha soñado ser una princesa (o príncipe), participar en un baile de época y ser protagonista de una gran historia de amor en un marco incomparable de un palacio de ensueño? Yo tuve la oportunidad de participar en la exclusiva Fête Imperiale de Viena en Junio 2015.Y por toda la puesta en escena y mi vestido maravilloso, me sentí princesa por un día:Hay diversos tipos de palacios según la cultura, y os voy a descubrir mis preferidos alrededor del mundo. Evidentemente hay muchísimos más, pero esta es mi elección. Y empiezo por proximidad geográfica:
Palau Güell en Barcelona: es uno de los primeros encargos importantes que recibió el arquitecto Antoni Gaudí al principio de su carrera. Eusebi Güell (industrial, político y mecenas) quiso que Gaudí le construyera este peculiar palacio urbano como ampliación de la casa familiar que tenía en la Rambla de Barcelona. Terminado en 1890 Gaudí supo diseñar un palacio funcional adaptado a las necesidades de la vida privada de la familia y a la intensa vida social y cultural que iba a acoger.Destaca especialmente por su innovadora concepción del espacio y de la luz. Gaudí introdujo en el Palau Güell soluciones variadas a partir de planteamientos muy personales y creó formas expresivas excepcionales fruto de su imaginación, utilizando materiales nobles tradicionales (piedra, madera, hierro forjado, cerámica, vidrio, etc.).
No dejéis de subir a su azotea.
Visitarlo cuesta 12€.Palacio Lebrija en Sevilla: entre los muchos palacios visitables en Sevilla, destaco especialmente el de la Condesa de Lebrija. Su orígen se remonta al siglo XVI y es considerada la «casa-palacio mejor pavimentada de Europa». Perteneció a varias familias nobles de la ciudad,  hasta que en el  año 1901  lo adquiere la condesa de Lebrija que lo restaura para albergar su valiosa colección de antigüedades, dado que era muy aficionada a la  arqueología, residiendo su familia hasta 1990 en que se convierte en casa museo.En el palacio, además de los restos arqueológicos pueden observarse elementos de la época árabe y romana, una colección de brocales de pozo, ánforas, columnas y esculturas, bustos grecorromanos y representaciones mitológicas, junto con otros de estilo chino y persa todos ellos exhibidos tanto en paredes como en vitrinas, precisamente en una de las vitrinas se exhibe la colección glíptica encontrada en el Conjunto Arqueológico de Itálica.
Entre sus obras pictóricas destacan piezas de Van Dyck, de Bruegel el viejo, cuadros de la Escuela de Murillo.
Visitarlo cuesta 12€.
*Quiero destacar que el Real Alcázar de Sevilla es la residencia real en uso permanente más antigua de Europa. Otro palacio espectacular.En Europa:
Palacio e Quinta da Regaleira en Sintra: es uno de los parajes más enigmáticos de la ciudad, serviría como marco para una película de terror. Fue construido entre 1904 y 1910 por el millonario Antonio Augusto Carvalho Monteiro (1848-1920) que consiguió materializar aquí uno de sus sueños, con la ayuda del arquitecto paisajista Luigi Manini (1848-1936). Envuelto por una frondosa vegetación, el palacio de Regaleira es un descubrimiento fascinante.
De estilo romántico historicista recupera formas arquitectónicas y decorativas góticas, manuelinas y renacentistas, mezcladas con simbología mítica y esotérica.Destaca especialmente la Capilla de la Santísima Trinidad que permite bajar a la cripta y, también, bajar por una escalera en espiral al monumental pozo iniciático donde el visitante atraviesa una gruta que le conduce hasta un sorprendente lago situado en el medio de los jardines.Palacio de Versalles: uno de los palacios más espectaculares del mundo. Fue construido originalmente como un pabellón de caza, pero se convirtió en el opulento palacio celebrado en el cine y la literatura bajo Luis XIV, que trasladó toda su corte de París a Versalles. Aunque los campesinos lo asaltaron durante la Revolución Francesa, los visitantes de hoy pueden ver cómo vivían el Rey Sol y su corte gracias a extensas restauraciones. Caminad a través del Salón de los Espejos, donde se alojaron las bolas, los apartamentos estatales, los apartamentos privados y los terrenos elaborados con fuentes, jardines y laberintos.La Opéra de Versailles, que todavía hoy en día presenta espectáculos, es uno de los teatros de ópera más increíbles del mundo. Visitad el Hameau de la Reine, una casa rústica construida en los terrenos del palacio donde María Antonieta solía escapar de la agitada vida de la corte y pretender ser una pastora.
No os perdáis la serie Versailles en Netflix
Podéis leer mi experiencia en Versailles en este link
Palacio Sanssouci en Potsdam: un maravilloso palacio a unos 20 minutos de Berlín. Sus inicios se remontan al año 1745, cuando Federico II el Grande ordenó construir el palacio Sanssouci para convertirlo en su residencia de verano. Se trata de una de las obras cumbres del estilo Rococó, y es también notable por los numerosos templetes y pabellones diseminados por el parque que rodea el conjunto.
El palacio fue construido entre 1745 y 1747 por Georg Wenzeslaus von Knobelsdorff de acuerdo con las ideas y bocetos del rey. Se considera la obra principal de la arquitectura rococó alemana. Las habitaciones, que se caracterizan por el esplendor y la elegancia, siguen amuebladas originalmente. Exhiben obras maestras de Watteau, Panini y Pesne.
La entrada cuesta 10€.Palacio de Belvedere en Viena: el magnífico palacio barroco alberga obras de arte únicas.
El príncipe Eugenio de Saboya (1663-1736), un general de gran prestigio y amante del arte, se hizo construir por Johann Lukas von Hildebrandt el palacio Belvedere con jardín como residencia de verano – delante de lo que eran en aquel entonces las puertas de la ciudad.
Esta obra de arte barroca consta de dos palacios (el Belvedere Superior y el Inferior) que albergan hoy arte austriaco desde la época medieval hasta el presente.En el Belvedere superior se encuentra la parte más importante de la colección del Belvedere, formada por 24 pinturas de Gustav Klimt, entre las que se encuentran las imágenes doradas de El beso Judith. El beso de Klimt es su obra más famosa a nivel mundial.Palacio Peterhof en San Petersburgo: situado en el territorio de la ciudad de Peterhof (llamada antiguamente Petrodvoréts). El conjunto de palacio y parque de la ciudad de Petrodvoréts y su centro histórico forma parte, con el código 540-017, del lugar Patrimonio de la Humanidad llamado «Centro histórico de San Petersburgo y conjuntos monumentales anexos». El centro del conjunto lo constituye el Palacio Grande, que está construido en la terraza marítima y es de estilo barroco.
Pedro el Grande encargó por primera vez la construcción de una finca rural en los terrenos de Peterhof en 1709, pero después de visitar el Palacio de Versalles, el gobernante ruso tuvo visiones de algo mucho más grande. En 1717, Peter buscó expandir sus planes originales para incluir una elaborada serie de palacios y jardines para mostrar la excelencia del estilo ruso. Destacan sus parques y fuentes. Hasta la Revolución de Octubre de 1917, Peterhof fue residencia de los zares. En 1918 se transformó en museo.
El arquitecto Domenico Trezzini, famoso por su influencia en el estilo barroco petrino, diseñó el Gran Palacio de color amarillo canario, que sirvió como centro de la vida de la corte. Hoy en día, la Gran Cascada y la Fuente de Sansón marcan la entrada del palacio, que ofrece un lugar de descanso tranquilo para los huéspedes.Palacio Topkapi en Estambul: El sultán Mehmed II ordenó la construcción del Palacio Topkapi sobre las orillas del Bósforo después de su conquista de Constantinopla, y permaneció como el hogar de sucesivos sultanes y sus harén durante más de 400 años. El enorme palacio una vez albergó a 5.000 residentes de tiempo completo, incluyendo cientos de concubinas y eunucos. El Primer Patio, conocido como el Tribunal de los Jenízaros, es de libre acceso al público.Se debe comprar un billete separado para el acceso al harén, que se compone de 400 salones, terrazas, alas, habitaciones y apartamentos que comienzan modestamente y se hacen más grandes y más lujosos cuanto más lejos va. La arquitectura y la ornamentación son magníficas, con azulejos de mosaico de colores, escritura árabe de oro tallada en las paredes, y joyas.
Y desde allí tendréis vistas magníficas al Bósforo.En Asia encontramos muchísimos palacios, en todas las capitales, y en su mayoría espectaculares.
Gran Palacio de Bangkok: es la primera atracción turística que visité sólo pisar Bangkok, en mi primer viaje allá por 2004. Es, sin duda, impresionante, sólo os aconsejo que evitéis las horas de más calor.
Un magnífico ejemplo del estilo Ratanakosin, el Gran Palacio sirvió como residencia oficial de la familia real tailandesa hasta 1925. La tierra del complejo en expansión fue designada por primera vez en 1782 cuando la capital oficial de Tailandia se trasladó de Ayutthaya a Bangkok.Al principio, los terrenos consistían sólo en las salas reales y del trono, pero con el paso del tiempo, se construyeron más oficinas gubernamentales y templos sagrados, incluyendo el famoso Templo del Buda de Esmeralda. Mientras que la mayoría de los 100 edificios en el complejo tienden a ser de antiguo estilo de Bangkok, las influencias europeas se pueden ver en algunas de las salas, como Chakri Mahaprasat, que combina la arquitectura renacentista italiana y tradicional tailandesa.
La entrada cuesta 500 bahts (gratis para los tailandeses)Palacio Deoksugung en Seúl: situado en pleno centro de la ciudad entre modernos edificios, os sorprenderá por esta singularidad. El Deoksugung originalmente fue la residencia del príncipe Wolsan, hermano mayor del Rey Seongjong (1457/1494). La residencia se convirtió en palacio real durante las invasiones japonesas a Corea después de que todos los demás palacios fueran incendiados en 1592, por lo que el rey Seojo fue el primero en utilizarlo como su residencia. El rey Gwanghaegun fue coronado en este sitio en 1608 por lo que decidió renombrarlo como Gyeongun-gung en 1611. Después de que el palacio oficial fue trasladado al reconstruido Changdeokgung en 1618, fue utilizado como palacio auxiliar por 270 años y renombrado como Seogung (Palacio del oeste).En 1897, después del incidente donde el emperador Gojong buscó asilo en la embajada rusa, regresó al lugar y lo volvió a renombrar como Gyeongun-gung. Posterior a su regreso el lugar sufrió una expansión. Después de que el rey Gojong abdicó al trono a favor del emperador Sunjong, continuó viviendo en el lugar, por lo que el palacio fue renombrado como Deoksugung.
La entrada cuesta 800 wons.En América:
Palacio Nacional México: es la sede del Poder Ejecutivo Federal de México y ubicado en el corazón de Ciudad de México y es Patrimonio de la humanidad desde 1987.
Su construcción se inició en 1522, como segunda residencia privada de Hernán Cortés, encima de una parte del palacio del huey tlatoani Moctezuma Xocoyotzin. Luego fue adquirido por la corona y destinado como sede de los Virreyes de la Nueva España, y de la mayoría de las instituciones coloniales. Durante aquel periodo sufrió un gran incendio y fue semi demolido en 1692, posteriormente fue reconstruido por las autoridades virreinales.Consumada la Independencia de México, fue sede de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial de los diferentes regímenes republicanos y monárquicos del país durante la mayor parte del siglo XIX; incluso fue residencia personal de todos los gobernantes entre 1822 y 1884; a partir de ahí, permaneció como oficina presidencial hasta 1968, recuperando parcialmente dicha función en 2012, y de manera completa en 2018.
Ha sido permanentemente escenario de actos oficiales, protocolarios y cívicos de la Presidencia de la República.Evidentemente hay muchos más palacios en el mundo, pero tenía que hacer una selección y una selección donde yo hubiera estado.