Blanco, verde y azul son los colores que colorean al Marbella Club. Toda la propiedad rezuma autenticidad, historia y romanticismo por donde quiera que lo mires. El verde de sus frondosos jardines, el azul del cielo y del mar barreras físicas y visuales, y el blanco de sus edificios andaluces con solera y aristocracia. Y es que Marbella Club es un todo un clásico andaluz, el majestuoso encanto de la propiedad con sus románticos exteriores encalados combinados con intrincados azulejos azules y senderos sinuosos que conducen a interiores simples y elegantes, en el diseño con maderas, vidrio y mármol, todo de altísima calidad.
Los extensos terrenos consisten en paseos junto al mar, exhuberantes jardines botánicos y caminos de terracota salpicados de cerámica colgante y árboles que desprenden diferentes aromas. Un estilo boho-chic elegante muy auténtico.
Historia
El Marbella Club no fue concebido como hotel al uso, sino como residencia familiar aristocrática. El príncipe Maximiliano de Hohenlohe visitó la Costa del Sol en 1947 y se enamoró de ella, y especialmente de este pinar de 180.000m2 a orillas del mar, la que era la antigua Finca Santa Margarita. Fue su hijo Alfonso que se encargaría de comprarla para adecuarla como residencia para su familia e invitados. El número de éstos fue en aumento, y fue entonces que, emulando los moteles californianos –donde el príncipe Alfonso había estudiado-, se construyó la parte más cercana a la recepción que recuerda perfectamente a nuestra imagen de ese tipo de alojamientos estadounidenses donde los coches aparcan en frente. En 1954 abrió lo que sería el Marbella Club, con tan sólo 20 habitaciones, un comedor y un bar.
Yo estaba totalmente emocionada de por fin conocer este legendario hotel entre los hoteles de lujo mundiales. La discreta y acogedora elegancia, la mezcla de estilos en un ambiente relajado y un servicio cercano, igual que a sus célebres huéspedes, también me enamoró.
Mi llegada a recepción en tiempos Covid19, con todas sus medidas de higiene comme il faut, me entregaron también una bolsita con guantes, gel hidroalcóholico, y una mascarilla de tela.
Mi Suite Imperial
Un buggie me llevó a mi alcoba, la fabulosa Suite Imperial. Este rimbombante nombre alberga lo que es una de las mejores habitaciones del Marbella Club, dispone de una salita, donde colores y texturas se mezclan perfectamente en armonía para crear un ambiente fabuloso de relax:
Mi habitación con una romántica cama de dosel, todo ultrachic, como dice su slogan «elegant simplicity«
y un gran baño y una terraza sensacional con vistas al mar espectaculares:
Wellness
El objetivo de mi estancia era encontrar mi equilibrio vital, o al menos intentarlo, con un plan de bienestar con los cuatro pilares del Wellness en Marbella Club: bienestar, spa, nutrición y fitness.
Los programas son hechos a medida para cada huésped en el Estudio Holístico que es una antigua villa de inspiración morisca y con jardines frondosos espectaculares. Un lugar donde reina el silencio y el piar de los pajaritos.
Mi día empezaba a diario con un paseo por la playa, una horita mientras el sol se asomaba a lo lejos tímidamente y todavía era agradable pasear:
Seguidamente hice una clase de yoga personalizada. Yo elegí hatha que es la práctica a la que estoy acostumbrada. Ya sólo el entorno donde tiene lugar la clase, recuerda esos resorts espectaculares en Asia, y que tanto amo. Todo cuidado hasta el máximo detalle.
Mi dieta fue acordada con el chef Andrés Ruiz, responsable de la nutrición saludable, es decir, de los menús wellness en Marbella Club. Un auténtico crack con una imaginación gastronómica perfecta para convertir en apeticibles platos a priori aburridos. El chef se basa en la dieta mediterránea, y hace un homenaje a los ingredientes locales y frescos de temporada. Incluye frutos como las exquisitas granadas recién cogidas y aguacates madurados al sol de los jardines del resort.
Y además, proponen una serie de infusiones hechas de hierbas aromáticas medicinales de su propio jardín de hierbas.
Pero tengo que confesar que en los desayunos me salté la dieta marcada, para aprovechar las propuestas deliciosas del buffet. Y es que ¿quién se puede resistir a tentaciones terrenales en forma de huevos florentine?
Me gusta especialmente ser consciente de que los ingredientes de los platos son adquiridos a productores y artesanos locales que han sido cuidadosamente seleccionados por el equipo de nutricionistas. Y las propuestas gastronómicas están inspiradas en los beneficios a largo plazo de la dieta mediterránea y en la diversidad de productos frescos que se encuentran en la región de Andalucía.
En Marbella Club las opciones de ocio y de relax son múltiples, sin duda sus dos piscinas y sus tumbonas en la playa son buenísimas opciones especialmente en verano. Una de las piscinas exteriores es de agua salada:
Pero mi lugar preferido del resort es su MC Thalasso Spa. Es un santuario tranquilo y lujo donde el agua del mar es la gran protagonista, es un thalasso spa. La Talasoterapia, una disciplina de larga tradición, las antiguas prácticas griegas y egipcias demuestran los poderes para fortalecer, revitalizar y embellecer del agua marina, que son empleados para aliviar el estrés y aportar vitalidad a cuerpo y mente.
La piscina dinámica de agua marina, masajea con fuerza piernas, cuello y espalda gracias a sus diversos chorros sumergidos de alta presión, sus fuentes de cuello de cisne y sus camillas de Jacuzzi. Allí me pasé 45 minutos al día, es una experiencia que estimula la circulación, alivia la tensión muscular, remineraliza el cuerpo y mejora el estado de la piel. Sales como nueva.
Gracias al poder y a los beneficios curativos y energizantes del agua rica en minerales del Mediterráneo, los tratamientos de Talasoterapia en Marbella Club combinan prácticas ancestrales con avanzadas técnicas científicas. Yo disfruté de un facial de Votary de las expertas manos de Irina, una terapista rusa con un conocimiento profundo de las técnicas de masaje para poder salir con una piel perfecta y un efecto estirado.
También probé la Talasoterapia intensiva detoxificante Vichy con Thalion, otra maravilla de tratamiento de talasoterapia en dos pasos bajo una suave lluvia de agua marina. La exfoliación profunda con sal marina y aceites naturales se acompaña con un masaje en todo el cuerpo utilizando algas. Al desaparecer las células muertas y las toxinas, la piel queda suave y revitalizada. ¡¡¡Alucinante!!!
Almuerzo en la playa, en MC Beach, el nuevo chiringuito ultra chic, es el lugar perfecto para comidas informales, sobremesas infinitas y fotos de instagram con muchos likes.
Las propuestas del chef Andrés Ruiz como gazpacho de cerezas:
o el inolvidable hummus con cebolleta confitada y cítricos:
Menús diseñados para querer más y tener un equilibrio entre calorías y disfrute auténtico.
En definitiva: Marbella Club se preocupa por conectar la mente, el cuerpo y el espíritu y hacerte sentir la felicidad completa. Sin duda, es mi nuevo lugar perfecto.
En este link podéis ver mis fotos del Marbella Club
En este link podés ver mi vídeo de la Suite Imperial en Marbella Club
En este link podés ver mi vídeo del MC Thalasso Spa en Marbella Club
Podéis ver las etiquetas #GraupixMarbellaClub o #GraupixCostaDelSolMalaga para más detalles en mis redes sociales.