Desde la aparición del maldito covid19, se ha establecido como norma llevar mascarilla protectora. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado que en lugares con transmisión generalizada de covid19 todas las personas que no puedan mantener con otras la distancia de dos metros, como por ejemplo en el transporte público, tiendas o espacios cerrados con mucha gente, utilicen mascarillas.
Y muchísima gente lleva la desechable médica, esas que se agotaron rápidamente y que con el tiempo ya tenemos a nuestro alcance en todas las farmacias. A mi, personalmente, me dan yuyu, parecemos enfermos recién salidos del hospital. Pero lo importante es llevarlas:
Por eso, estoy muy a favor de llevar mascarillas hechas a mano -con su filtro oficial protector-, generalmente de algodón, pues ya que tenemos que llevar mascarillas, al menos salgamos monos y bien combinados con la ropa que llevemos. La guía orientativa de la OMS recalca que no todas las máscaras de tela tienen la misma calidad de filtración, uno de los factores determinantes para su efectividad. Los materiales a considerar en la fabricación de una mascarilla eficaz son el polipropileno, el algodón y el poliéster, y la celulosa y la seda como últimas alternativas. Por eso yo sólo utilizo LaMasc, hechas a mano entre Mataró y Barcelona, con productos comprados localmente y dando trabajo a talleres locales. Totalmente kilómetro 0; y encima tienen múltiples diseños divertidos, variados y para todos los gustos.
Un elemento de moda, y además protector.
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Llevar mascarilla no es agradable, para nada; implica respirar con más dificultad, no corre el aire, es una imposición que tenemos que acatar para la prevención nuestra y la de los demás. La naturaleza oclusiva de la mascarilla, hace que se acumule sudor y grasa en la piel, lo que puede provocar inflamaciones, erupciones y brotes de acné; incluso dermatitis irritativa que se manifiesta en forma de picor, enrojecimiento, inflamación en las zonas de roce o de sujeción -especialmente para los profesionales que deben llevarla durante muchas horas-. El famoso maskné.
Si hasta ahora hemos cuidado nuestra piel, a partir de ahora, tenemos que hacerlo todavía más.
Por eso, uno de mis productos de cabecera para temas cutáneos es el Aceite de Hipérico o Hierba de San Juan de Alqvimia: posee un enorme poder de regeneración de las células cutáneas castigadas por el envejecimiento o cualquier agente externo. Suaviza, hidrata, reestructura y tiene efecto dermoprotector. Conviene tenerlo siempre en nuestro botiquín.
Como periodista de estilo de vida, viajes y belleza, he hablado con los profesionales especialistas de mesoestetic, una de mis marcas de referencia pues apuestan por el desarrollo y comercialización de productos de máxima calidad, con resultados probados científicamente. Sus productos son el resultado de una investigación constante y de la colaboración con hospitales, universidades y reconocidos especialistas del sector, con los que trabaja el laboratorio para investigar nuevos tratamientos. Es por ello, que confío completamente en ellos para casos tan especiales y delicados como el que protagoniza este artículo.
Tened en cuenta qué tipo de piel tenéis, hablad con los especialistas de vuestra marca de confianza. Estas son mis sugerencias, basadas en mi tipo de piel y edad:
– No utilizo maquillaje en la piel debajo debajo la mascarilla, para permitir a la piel respirar más fácilmente ya que, unido a la falta de ventilación, ésta literalmente se “ahoga”. Cuanto más libre, mejor.
Sí recomiendo maquillarnos bien los ojos para reforzar la expresión, y para ello mi sugerencia son los productos BBB de Pixi Beauty:
Y los lápices de ojos que vienen en muchísimos colores diferentes a elegir:
Antes, y especialmente después de quitarnos la mascarilla, mi rutina consiste en:
– Limpio bien mi piel con la leche hydra milk cleanser de mesoestetic -yo utilizo la de pieles secas y sensibles. Si vuestra piel es normal o mixta, deberíais utilizar el facial gel cleanser-:
Mi último descubrimiento TOP para ayudar comme il faut mi piel, es el My Beauty Routine de Rowenta: con este cepillo y tan solo un minuto al día, consigo una limpieza más profunda y además masajeo mi piel facial. Sólo hace falta añadirle la leche limpiadora que acostumbréis a utilizar, y es siete veces más efectivo que la limpieza manual.
Además el cepillo se desinfecta mientras se carga.
En este vídeo podéis ver cómo funciona My Beauty Routine.
– Después aplico el tónico facial Hydratonic con extracto de pepino y agua de rosas (una maravilla, os encantará). Hago movimientos suaves con un algodón.
– No me olvido de mis labios, hay que seguir hidratándolos y nutriéndolos, recomiendo aplicar el stem Cell nanofiller lip contour de mesoestetic, es un contorno de labios con efecto relleno a base de células madre y ácido hialurónico que corrige las arrugas más profundas y refuerza la estructura sostén de la piel.
Otro producto del que soy muy fan es el Nourishing Lip Polish de Pixi Beauty, un exfoliante labial para limpiar las celulas muertas y renovar la delicada piel labial:
y después siempre aplico un protector labial bien hidratante como el de Nela Biosense que es 100% natural y cunde muchísimo:
– No me descuido tampoco de proteger la piel visible, es decir, la que no está bajo la mascarilla, con el nourishing antiaging oil mesoprotech: este aceite solar seco antiedad proporciona una protección solar muy alta. Lleva aceite de chía de propiedades antioxidantes y reafirmantes, SPF50+.
– Importante: intento dejar descansar la piel, al menos unas 12 horas antes antes de volver a ponerme la mascarilla.
– Llevo sólo una «mask friendly» que reduzca todos los efectos adversos al máximo, como las mascarillas de LaMasc. Los bordes de la mascarilla podrían provocar roces e irritar la piel. En esas áreas debemos ser más generosos con los cuidados. En LaMasc utilizan sólo materia prima de calidad premium y cuidan todos los detalles.
– Recordad no colocaros la mascarilla inmediatamente después de aplicar los tratamientos faciales, por lo que calculad el tiempo para que los productos penetren bien y hagan el efecto deseado. De todas maneras, lo esencial es la limpieza post quitarnos la mascarilla.
– Pongo también crema hidratante en las orejas, es una piel muy finita y jamás es tenida en cuenta.