El 22 de junio de 2014 marca un antes y un después para la región de Langhe, Monferrato y Roero en el Piamonte italiano, referencia mundial por su enogastronomía y por sus paisajes inifinitos de colinas de viñedos, fue cuando la UNESCO declaró al conjunto de ese paisaje natural, Patrimonio de la Humanidad donde la intervención humana se funde con la naturaleza, donde los siglos de esfuerzo campesino obtienen hoy un reconocimiento mundial.
Visité esa zona en el año 2005, pero todos cambiamos, y las ciudades y pueblos también. Han permanecido inamovibles los árboles, las estrechas carreteras que atraviesan pueblos encantadores y sus deliciosas propuestas gastronómicas.
En este link de Turismo Langhe, Monferrato y Roero encontráis toda la información necesaria para organizaros un viaje fantástico por esa región tan especial, y muy indicada para quien ame el vino y los productos de la tierra auténticos, una enogostronomía top.
Podéis seguir #GraupixLangheMonferratoRoero en mis redes sociales para ver todas mis fotos y comentarios sobre Langhe, Monferrato y Roero
El hotel que elegí esta vez es el encantador Villa Fontana en Agliano Terme, un boutique hotel de lujo con vistas de infarto.
Dispone de dos villas –un total de 12 suites- con un enorme jardín y dos preciosas piscinas.
No os perdáis su spa en la parte baja de la villa principal:
Tuve la oportunidad de disfrutar de una cena deliciosa en el restaurante del hotel que ofrece las excelencias enogastronómicas locales y los perfumes de la tierra combinados con una muy buena propuesta de vinos:
Para ver mis fotos de Villa Fontana linkad aquí
En este link podéis ver mi vídeo de Villa Fontana
Para ver el Spa de Villa Fontana linkad aquí
Otra excelente propuesta para cenar en Agliano Terme, en el centro del pueblo donde se encuentra la Osteria La Milonga, un nombre argentino para una ostería auténtica piamontesa con un enfoque a los pescados, cosa que es una excepción en la zona.
Un restaurante muy agradable, cuyo propietario, es además profesor de la escuela culinaria. Un gran acierto escoger La Milonga.
Desde Agliano Terme se llega a Asti en unos veinte minutos. Asti es la ciudad más grande e importante de Las Langas, es coqueta y tiene un gran enfoque comercial. Por su centro, incluso encontramos la antigua via romana, y trazas del imperio romano en el municipio con una domus y un anfiteatro. Fue tan rica comercialmente que su riqueza se refleja en las torres medievales -se llegó a denominar a Asti como la ciudad de las cien torres- y todavía quedan esparcidas por el centro de la ciudad como la Torre Rossa, la Torre Comentina, la Torre Regibus, la Torre Guttuari, o la Torre Troiana.
Mi objetivo fue conocer las mejores propuestas gastronómicas de la ciudad, pero antes, quise conocer un par de propuestas culturales muy interesantes. Compré la tarjeta Smart Ticket que por 10€ se puede entrar en la mayoría de museos de la ciudad, durante siete días.
Entré en la Cripta y Museo de Sant’Anastasio, porque todo lo romano me encanta, y está muy bien diseñado para ver y comprender la época romana en la ciudad.
Por cierto, en las semanas que está la Fiera Internazionale del Tartufo, hay un autobús que conecta Asti con Alba y ya incluye las entradas.
Os quiero compartir las mejores experiencias enogastronómicas que viví en Asti – no aptas para quien esté a dieta-:
– Pasticceria Giordanino un café con pastelería abierto en el centro de la ciudad desde el 1912.
Conserva la atmósfera de otros tiempos, todo de madera, granito rosa, y la producción está dentro y se vende en los paneles y estanterías de madera. Sus tartas de avellanas son muy famosas y un souvenir ideal para llevarse a casa.
– Daniella: es un taller de pastelería artesanal, especializados en tartas de avellanas, galletas. Daniella, una de las dos fundadoras y con quien compartí un café y unas galletas, es una apasionada de su trabajo.
Todo el taller está a la vista y se puede observar cómo trabajan.
Tuve la suerte de probar varias de sus propuestas y todo estaba delicioso!
– Torroneria D. Barbero: es conocido principalmente por la producción de turrones artesanales y por su chocolate fino.
La empresa fue fundada oficialmente en 1912, pero desde hace cinco generaciones, en 1838, Melchiorre Barbero obtuvo por primera vez permiso para producir «Torroni e Noasetti».
El mayor elogio del típico turrón piamontés, es que se sigue produciendo de acuerdo con la antigua receta tradicional de la ciudad de Asti y recibieron el reconocimiento DE. C.O., es decir «Denominación de Origen Local».
La tienda es accesible a todo el mundo y la visita guiada a la fábrica se tiene que preparar con antelación y sólo se hace por dos turnos: a las 10,30 o a las 15,00 con un coste de 6,50€ con degustación incluída.
Más información en este link.
– Borgo Affinatori: es la perdición literal para los amantes de los quesos. Es una tienda, abierta en 2018, con un pequeño rincón de degustación abierta por dos jóvenes apasionados del queso, y que también producen cerca de Asti.
A parte de vender sus propios quesos, deliciosos, venden una amplia selección de quesos mayoritariamente italianosLa fábrica de la producción se puede visitar, sólo con cita previa, más información en este link.
– Cit Ma Bon: es una tienda y restaurante de pasta fresca producida a diario por ellos abierta en 2013.
Es un lugar coqueto, no muy grande y donde cada día cuelgan en la pizarra la pasta que tienen a disposición. Famosos son sus tajarin integrales y sus agnolotti rellenos de mil cosas diferentes.
Ideal para llevarte algunos a casa y cocinar lo mínimo.
– Enoteca la Cantina: esta pequeña gran tienda especializada en vinos piamonteses, es nueva en el centro de Asti lleva- – abierta desde 1968 en las afueras de la ciudad, siendo no sólo la primera, sino la mayor enoteca
A las afueras de Asti, visité la Distilleria Berta, una destilería donde producen mayoritariamente grappa, producen destilados desde 1866, y oficialmente como Berta desde 1947. Yo visité la sede de la empresa, que también tiene zona de museo, zona de catas para grupos, una gran tienda y las bodegas donde guardan el preciado líquido.
Visitar la bodega es gratis, pero se tiene que hacer una reserva previa, en este link encontráis toda la información.
En este link podéis ver toda mi experiencia en la Distilleria Berta
Me encantó ver cómo envejecen las grappas hasta incluso 30 años en una de las ocho bodegas, todas con música clásica y luces led cambiando todo el rato, para evocar las diferentes luces del día:
Atención a los números: de 150 kilos de orujo de uva se obtienen 8 litros de grappa. Disponen de 28.000 bidones; la propiedad se extiende en 12 hectáreas (incluye jardines de hierbas aromáticas, bosque de árboles centenarios recuperados, etc), producen 700.000 botellas al año.
Os encantará visitar Berta.