De la mano de Illa Experience Hotel, he podido conocer el centro histórico y su oferta de compras y cultural. Sí, el centro histórico es preciosos con sus fabulosas -y doradas- iglesias, y sus callejuelas, sus mercados y sus propuestas de artesanía de gran calidad.
En este link podéis ver mis fotos de Illa Experience Hotel
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En este link podéis leer mi experiencia en Illa Experience Hotel
En este link podéis leer mis sugerencias culturales en Quito
Podéis mirar los links #GraupixEcuador, #GraupixQuito y #GraupixIllaExperience para más detalles en mis redes sociales sobre mi experiencia
– Museo y Chocolate-Boutique de República del Cacao: es una tienda-museo, donde está ideado un recorrido para entender de dónde sale el cacao, los productores, como evoluciona la producción, y su importancia.
Además la tienda es súper agradable, se puede ver cómo elaboran los diferentes productos, y con la visita al museo, entra una pequeña cata de una también pequeña selección de los deliciosos chocolates de República del Cacao. Precio 5$.
– Sombreros La Cuencanita: especializada obviamente en los populares sombreros de Panamá, también hace todo tipo de sombreros. Las manos de esta artesana tejen desde que era una niña sombreros de Panamá y otro tipo de sombreros. En su tienda-taller encontraréis todo tipo de modelos y colores.
Disponen de una amplia línea de productos, todos realizados a mano con excelente calidad, por artesanos ecuatorianos. Los materiales que utilizan son el cuero o piel: abatanado, gamuza, envejecido, entre otros; también usan lonas de distintas calidades, canvas con impresión a color bio degradable y tela.
Parte mercado, parte museo -ocupa las antiguas catacumbas de la Iglesia de San Francisco, no os lo perdáis-, parte restaurante, este es un excelente lugar para conocer algunos de los emblemas artísticos y de artesanía de las culturas nativas.
Practicando un comercio justo, la tienda apoya a las comunidades rurales y urbanas, al igual que las pequeñas empresas locales, promoviendo la revitalización cultural y buscando proteger el patrimonio histórico de Ecuador.
Encontraréis de todo: chocolates de micro productores, esculturas, máscaras, ropa, artesanía variada, bisutería, cosmética artesana, libretas, etc
Su cafetería (y fantástica terraza en la plaza) nos propone platos típicos de Ecuador que son lo más importante de la carta, y allí me tomé una cerveza fresquísima y unos snacks. Por las noches se ofrece música latinoamericana en vivo.

– Mercado de San Francisco: Es uno de los más antiguos que nos vamos a poder encontrar en la ciudad, ya que tiene más de un siglo de historia -desde 1893-. Se encuentra entre las calles Rocafuerte y Chimborazo, muy cerca de El Carmen Alto. Vale la pena acercaros y dar un paseo por el mercado.
No sólo podréis conocer frutas exóticas, sino que además podréis comer en su patio de comidas, platos tradicionales y jugos fresquísimos a un precio más que decente
Además allí, pude experimentar una ceremonia un tanto extraña y muy interesante: una limpia y cura de espantos: simbolizan la tradición e identidad de este histórico Mercado de Quito. Desde hace muchísimos años se acude a estas “curanderas”, quienes con técnicas ancestrales y medicinales utilizan una variedad de hierbas para la curación, remedios para el mal de aire, malas energías, estrés, mal de ojo… por diez dólares te lo hacen. Yo me lo hice con Miriam Yáñez que lleva más de 40 años trabajando de “limpia”.

– Heladería de San Agustín: fue la primera heladería de la ciudad, abierta en 1858, actualmente es un encantador café que sirve helados, deliciosas empanadas y todo tipo de comida típica. Sus platos más demandados son los ceviches, el seco de chivo -es un estofado de carne de cabra- y la quesadilla de cordero.
Todo decorado con imaginería religiosa. No os perdáis el primer piso y sus vistas a la calle.
En manos de la misma família desde 1908.
Por el centro histórico encontraréis pequeñas tiendas con delicias típicas como:
– Las Espumillas de la Michelena: la espumilla es un postre tradicional ecuatoriano, es una espuma cremosa tipo merengue preparada con pulpa de guayaba, claras de huevo y azúcar. Y frutas debajo.
Fue fundado por su abuela en 1915. La colación es un pequeño dulce redondo con relleno de cacahuete o almendra, en cuya elaboración se utiliza azúcar, agua, limón, esencias y “algunos otros ingredientes secretos”. Desde que su abuela empezó con el negocio, las colaciones “son las mismas” en sabor y textura.
A mi no me gustó nada, demasiado dulce para mi gusto.

Mis propuestas de restaurantes de alta gastronomía:
– Octava de Corpus: abierto en el año 2005 estuvo ubicado en el barrio de San Marcos, a pocos pasos de lIla Experience Hotel hasta junio 2019 que se trasladó al barrio de El Batán Alto
El restaurante es enorme y lleno de obras de arte, hasta ahora disponen de 170 obras de artistas básicamente ecuatorianos como Miguel Betancourt, Galo Urbina, Aníbal Villacís, etc. Sentarse para comer, es también deleitar la vista, todos los cuadros son de estilo diferente.

Cuenta con unas 500 opciones de vino, de hecho, no existe la carta de vinos, sino que el cliente baja a la bodega y elige vino

Cené deliciosamente.

Entre ellos os sugiero el Café del Fraile donde se pueden degustar platos típicos ecuatorianos y en su interior su decoración es muy clásica y con muchos iconos religiosos.
