En ILTM 2015 conocí a Diana Stobo, la propietaria de The Retreat Costa Rica y enseguida conectamos. Ella me explicó su filosofía de vida y compartió conmigo el centro de bienestar transformacional que había creado. Yo, como soy muy curiosa una vez en el hotel googleé para conocer más sobre Diana: es una experta en nutrición y jugos y ella misma representa la prueba viviente de la transición a una dieta saludable, puede ayudar a una pérdida de peso, ganar energía y sanar el cuerpo -en este link podéis ver su propia experiencia-. Ella con su vitalidad y su experiencia, quiere compartir con sus libros y sus charlas, sus vivencias.
The Retreat es el lugar que Diana Stobo ha imaginado para ayudar a transformar a los demás. Su filosofía es capacitar a cada persona en la variedad de opciones de comida vegana y con ello contribuir a mejorar el estilo de vida.
Como que en Septiembre 2016 empecé con yoga y con pilates, decidí ir hasta Costa Rica inspirada por Diana Stobo para conocer The Retreat.
Situado a 5kms del pueblo de Atenas, justo a unos 40 minutos del aeropuerto internacional de San José. Al llegar a la propiedad se cruza una gran verja y se empieza a descender por una estrecha carretera sinuosa hasta The Retreat.
Colgado en la colina de una montaña verde, decoración arquitectónica blancos y celestes y el paisaje sigue siendo verde, y hasta donde el ojo alcanza, se llega a ver el mar. La primera impresión es espectacular. La piscina infinita proporciona una visión inacabable de esta combinación de colores.
Mi Suite es la Coco, seguramente una de las más bonitas. Tiene una bonita terraza y está justo al lado de la sala de yoga. Una cama con dosel, un sofá y un gran baño forman la preciosa suite.
The Retreat no dispone de aire acondicionado pues no es necesario por su ubicación geográfica. Y por concepto, tampoco hay ni teléfono, ni televisor, ni mini bar en las habitaciones, todo para que el descanso de los huéspedes llegue a ser perfecto.
En la época del año que yo estuve en The Retreat -finales de Julio-, las mañanas son de cielo azul intenso con vistas espectaculares, y a partir del medio día, empiezan a aparecer nubes hasta que llegan a cubrir toda la vista. Se vive dentro de una nube. Precioso contraste.
Para ver mis fotos de The Retreat Costa Rica linkar aquí
Para ver mi video en The Retreat Costa Rica linkar aquí
Para ver la sala de yoga en The Retreat Costa Rica linkar aquí
Para ver el Crystal Lotus Spa linkar aquí
A parte de las 11 suites, todas ellas muy amplias, e incluso con cuatro situadas en la parte inferior del hotel, que tienen vistas directas a la colina, y que cuentan con unas sillas colgantes que son el diseño perfecto para relajarse. Todo el hotel ha sido equilibrado por la artista Marie Knoos y David Cho, y sus energías invaden el lugar, lo que permite que los huéspedes se impregnen de ellas cuando están disfrutando del lugar.
La piscina infinita divide el espacio, amo esa piscina, con vistas, tranquila y armoniosa con el entorno.
Linkar aquí para ver el vídeo de la zona de la piscina a la hora del desayuno.
A su lado un gran jacuzzi construido con piedras del lugar coronado por una bonita palmera.
Y además los atardeceres son de ensueño:
O el mejor marco para un desayuno saludable perfecto:
La casa principal alberga una bonita tienda de regalos, con algunos souvenirs típicos, libros de Diana Stobo, sus galletas y barritas, así como productos naturales y prendas de diseño sea para vestir cómodo o para hacer yoga. Le sigue una gran librería y zona de estar preciosa con grandes ventanales con vistas a la piscina y a los valles.
Y la cocina abierta dónde todos los huéspedes pasan y hablan con el equipo de cocineros, liderados por el chef Sergio López–quien estuvo trabajando durante siete años en Four Seasons Papagayo-, acompañado del chef David Wang.
La comida es ultra deliciosa. Diariamente el chef comenta con los huéspedes los platos que tiene previstos par el día y se ajusta a las preferencias. No existe una carta ni un menú como tal. Es lo que el huésped desea lo que cuenta.
Están especializados en comida vegana –aunque también cocinan carne o pescado a petición- Tengo que decir que hacía muchísimo tiempo que no disfrutaba tantísimo mis comidas. Los vegetales y especias provienen del huerto del hotel. La granola o la leche de almendras y la de coco, son elaborados a diario. Sencillamente todo delicioso.
Desde la cocina se accede a una terraza cubierta donde tienen lugar las comidas. Un marco precioso.
En The Retreat se ofrece yoga dos veces al día a todos los huéspedes, de 8 a 9 de la mañana y de 4 a 5 de la tarde. Los profesores de yoga van cambiando, por temporadas. Yo participé en todas las sesiones, y tuve la suerte de tener una profesora de irlandesa Tara Hunt, quien me ayudó a corregir asanas y mejorar –tal y como ella decía- “eventually” que es el mejor camino para conseguir retos.
Mi actividad preferida era mi visita diaria al spa.
Es un pequeño y coqueto spa que cuenta con tres salas de tratamientos, dos de ellas con ducha exterior, y una pequeña sauna. Es holístico donde todos los ingredientes que utilizan son naturales y en su mayoría vienen del huerto del hotel. Por ejemplo un masaje espectacular con las expertas manos de Kattia Méndez con la crema que preparan en el hotel con aceite de coco, aceite de oliva y cera de abeja, inolvidable.
También disfruté de un facial con frutas de la zona llamado Tropical Smooth: Crema limpiadora a base de avena y banano, exfoliante con papaya y azúcar, el tónico de piña, mascarilla con leche de coco y miel de abeja.
En este link podéis ver el Spa the The Retreat Costa Rica, y en este link la explicación del tratamiento Tropical Smooth
Como actividades fuera estuve en unas cataratas a 7kms de The Retreat, donde me pude bañar y disfrutar de un pequeño trekking.
y visité el pueblo de Atenas -es el municipio al cual pertenece el hotel-, que no tiene demasiado interés, pero siempre es bueno ver como viven los locales, y especialmente visitar la feria de Atenas, que es el mercado semanal de frutas y verduras, donde con el Chef David Wang, pude aprender muchas cosas sobre la comida tica y las diferentes verduras y frutas que no existen en Europa.
En definitiva la experiencia en The Retreat es transformadora: El hotel que invita a quedarse, a relajarse, a respirar y observar. Por eso Diana Stobo lo define como centro de bienestar transformacional, literalmente «cielo en la tierra». Los visitantes pueden dejar las tensiones diarias y aprender a crear la sensación interna de equilibrio que deberíamos tener todos.
Es, sin duda, un lugar al que quiero volver, donde todo fluye y donde me conseguí relajar –todo un hito-.