La cocina asiática me fascina, y en particular los dimsums son mi perdición. Los dimsums -traducido como «pequeño bocado que toca el corazón»- son una especie de tapas chinas, la comida principal que un turista descubre apenas llega a China (Mainland), Taiwán, Hong Kong y Singapur –aunque hoy en día los encontramos en todas partes y variantes, como son las gyozas japonesas-. Los encontramos en restaurantes o en sencillos puestos a pie de calle –streetfood-.
A modo de aperitivo, se sirven varios al mismo tiempo. Acostumbran a ser mayormente cocinados al vapor, algunos de ellos fritos, los mínimos. Tienen forma de cestito o bolsita, y están cerrados con suma delicadeza. Su relleno es cerdo, verduras o marisco. Especialmente en China el cerdo acostumbra por ser el producto estrella del relleno, y mayoritariamente combinado con los otros ingredientes.
Se dice que cada dimsum tiene su salsa especial, sea soja, agridulce, vinagre o picante, al gusto del consumidor. Yo siempre busco alguna picante y soja.
Es más común desayunar o almorzar dimsum que cenar. De hecho muchos restaurantes ofrecen dimsum lunch menú o dimsum brunch, y de noche no se encuentran en la carta.
Para más información recomiendo este artículo de un blog especializado en viajes a China, o en este blog, y en éste blog de Cocinillas, nos cuentan cómo prepararlos.
¿Dónde consigo buena comida china en Barcelona? Mis dos lugares de referencia son L’Olla de Sichuan y Restaurante Lee (el antiguo Panda to Home) para comer informalmente o te lo llevan a casa, y Mr. Kao donde encontramos más de la mejor oferta de la ciudad. Y en Madrid mi restaurante asiático favorito es el Asia Gallery en el icónico The Westin Palace.
El restaurante de referencia para este tipo de comida, es sin duda Din Tai Fung. Fue en Taiwán donde nació este restaurante de dimsum y que se ha extendido por todo el mundo, siendo ahora la referencia. La cadena de restaurantes se fundó en 1958 como una pequeña tienda de venta de aceite para cocinar. Como en los años 70 los hábitos del consumo fueron cambiando –la gente podía conseguir el aceite en latas- y parece que el negocio zozobraba, por lo que en 1972 lo transformó en un pequeño restaurante especializado en xiaolongbaos -pequeños cestitos cocinados al vapor con jugo y carne dentro-.
Y al poco tiempo las colas empezaron a aparecer y el restaurante se fue extendiendo por toda Asia, y en la actualidad hay más de cien locales Din Tai Fung (según he leído, el propietario recibe más de 20 propuestas semanales para franquiciarse).
Todos sus restaurantes son de una decoración discreta, sencilla, con un servicio ágil y eficaz; la cocina está a la vista de los comensales y es hipnótico observar el trabajo de los muchísimos cocineros rellenando a toda velocidad la finísima pasta de harina, hacer los 18 dobleces y colocarlos en las cestas de bambú humeantes al vapor, donde se cocinan en poquísimo tiempo para ser servidos rápidamente.
Sus sucursales de Hong Kong llegaron a tener estrella Michelin.
Según Yang Chi-Hua, su propietario, su éxito radica en la filosofía de su empresa: donde en todos sus restaurantes se prepara la comida en un proceso prácticamente artesanal y en mantener los precios asequibles para todos los bolsillos.
En mi primera visita a Taipei, y en mi primera cena, fui al local original, en la calle Xinyi donde empezó “todo”. Y donde siempre hay colas, de hecho hay colas para todos los restaurantes, pero están bien organizados: no olvidéis coger el ticket con un número y luego cuando se libera una mesa, sale el número en la pantalla y podéis entrar. Acostumbran a ser bastante ágiles, pero siempre calculad como mínimo con 30 minutos de espera.
Durante el tiempo de espera podéis aprovechar para elegir los platos que degustaréis: tanto en la entrada como en los menús dentro, está muy bien diseñado para entender qué lleva cada plato.
En mi última visita a la capital taiwanesa, elegí uno de los locales más característicos por estar ubicado en el subterráneo de la emblemática torreTaipei 101.
Lo que más me fascina es que todos los dimsum, a pesar de ser artesanales, les salen prácticamente iguales, de la medida de una pelota de golf, blancos y sin resquebrajarse su fina capa de harina.
No sólo son espectaculares todos los tipos de dimsum que tienen, sino también su variedad de arroz frito y noodles.
Mis favoritos: los dimsums rellenos de gambas
y los Hun Tun que están hechos de una deliciosa masa de hojaldre crujiente:
Y además tuve la suerte de probar un plato que todavía no se ha extendido en todos los restaurantes: dimsum dulce, de postres: de chocolate negro Valrhona, en este link podéis ver mi vídeo de este delicioso manjar.
Pequeña guía de dimsum:
– Xialongbao: pequeños cestitos al vapor, con un toque artesanal -diría que es imposible «fabricarlos» y que en su interior, a parte del relleno de cerdo o vegetales, llevan el jugo. Se comen partiendo la fina pasta y bebiendo en la cuchara china el jugo y luego se colocan enteros en la boca, podéis mirar este video ilustrativo.
– Chun Juan: los clásicos rollitos de primavera
– Zi fan: rollito de arroz glutinoso