Seleccionar página

En el centro del triángulo de los balnearios en la República Checa se encuentra la coqueta ciudad de Karlovy Vary, otra visita obligada en el país. La visité por primera vez en un frío marzo de 1991, era una ciudad con pocos turistas y una belleza única. Esa rica historia de la ciudad, que aún se percibe en su ambiente de Belle Époque y en la variedad de sus joyas arquitectónicas, la sigue haciendo una ciudad única, que tenemos que incluir durante nuestro viaje en la República Checa.
Ubicada apenas a dos horas de Praga y en el centro de un valle, es muy fácil de visitar y muy agradable para pasear por ella –además en el centro histórico está prohibida la circulación de coches-.
En este link podéis ver mis fotos de Karlovy Vary
En Karlovy Vary hay varios manantiales de aguas minerales calientes, que ayudan a mejorar la salud, por lo que es un destino especialmente destinado al turismo de saludo, y sus principales visitantes son alemanes y rusos que buscan el bienestar y mejorar su salud en largas estancias.

La mayoría de los hoteles de la ciudad están diseñados para acoger a estos turistas de salud, es decir, a los que vienen a disfrutar de las fuentes naturales, de tratamientos que combinan la medicina natural con los métodos de la medicina moderna. Éstos están especialmente pensados para las personas que sufren del sistema digestivo, hígado, páncreas, trastornos en la vesícula biliar, obesidad, diabetes, contracturas, etc. Por lo que las estancias de este tipo de viajeros acostumbran a ser de mínimo dos semanas. Yo sólo pude disfrutar de la ciudad durante tres días, pero sin duda, vale la pena incluirla en nuestro itinerario aunque sólo sea para pasear y disfrutar de su belleza.
Los hoteles son villas, edificios históricos, como pequeñas obras de arte, muy de Instagram, y con grandes zonas diseñadas para los tratamientos médicos y wellness.

He visitado los mejores hoteles, y he aquí mi selección:
Quisiana Palace: está en el corazón de la ciudad y había sido la antigua residencia familiar de los propietarios del Grand Hotel Pupp. El edificio respira la arquitectura de finales del siglo XIX pero en su interior, ofrece un diseño más contemporáneo, seguramente el más moderno de la ciudad. Todas las 19 habitaciones y suites combinan el lujo con elegancia y cuentan con interiores de muy buen gusto.
Todas disponen de conexión wi-fi, TV LCD y minibar, mientras que las suites disponen además de balcón privado. La Suite Safari es toda una sorpresa, pues en un ambiente inspirado en África, ofrece una suite romántica y diferente, además de bañera de hidromasaje.
Tiene un spa pequeño pero muy coqueto.
Pertenece a Small Luxury Hotels
Para ver mis fotos de Quisisana Palace linkar aquí

Savoy Westend: el precioso hotel está compuesto por cinco villas Art Nouveau (pronto añadirán la sexta y así ampliarán la oferta de habitaciones), y fue abierto en 1897. El hotel está totalmente reformado y sus 115 habitaciones son de corte clásico, actualizadas por última vez en 2005.

Dispone del centro médico más grande en Karlovy Vary y una gran piscina cubierta muy moderna, la mayor de la ciudad.
El jardín ocupa 1.200m2, en conjunto es una gran elección donde hospedarse y donde tratarse si nuestro objetivo es el balneario o simplemente queremos relajarnos.
Está situado a diez minutos del centro histórico, un bonito paseo.
Para ver mis fotos del hotel Savoy Westend linkar aquí

Grand Hotel Pupp: es el buque insignia de los hoteles en la ciudad: Rezuma elegancia y grandeza. En él se han rodado películas famosas –007 Gran Casino Royal– y ha acogido a muchas celebridades (Morgan Freeman, quien preside la sala del bar, Whoopi Goldberg, Gregory Peck, Michael Douglas, Ornella Muti, etc que acuden al Festival Internacional de Cine que tiene lugar cada año a finales de junio) y personalidades históricas.
El hotel está compuesto por dos edificios neobarrocos del año 1759. Mientras que la historia del hotel data de 1701, fueron los arquitectos vieneses Fellner y Helmer quienes rediseñaron los edificios en estilo neorrenacentista francés durante 1892 y 1893. Fue en 1907 que tomó la apariencia de un palacio barroco espectacular.
Sólo algunas de sus 228 habitaciones están reformadas. La Suite Imperial dispone de uno de los baños más espectaculares que he visto jamás, totalmente en estilo barroco y todo de mármol blanco, es sencillamente precioso.
El Spa del Grand Hotel Pupp es todo nuevo y ofrece también tratamientos médico
Además dispone de un gran casino.
Para ver mis fotos del Grand Hotel Pupp linkar aquí

Carlsbad Plaza: El hotel de un claro estilo rococó, dispone de una fuente de agua termal directamente en el lobby del hotel, por lo que cuando se entra en él, ya podemos empezar nuestros tratamientos. La historia del edificio data de finales del siglo XIX, cuando la propiedad se dividió en 4 edificios separados denominados Rudolfshof, Quirinal, Neapol y Moskau. Abrió en el año 2005 como hotel después de una profunda remodelación que duró casi dos años. En el año 2007 se inauguró su propia clínica.

Sus 151 amplias habitaciones – entre ellas 27 son suites- fueron diseñadas por el arquitecto italiano Scappini con un estilo del siglo XIX para recordar los tiempos de la Belle Époque. El hotel ofrece dos restaurantes: Sorrento de cocina internacional y buffet, el francés La Bohème, así como tres bares.
Sus instalaciones médicas y de wellness son las mayores de la ciudad
Para ver mis fotos del hotel Carlsbad Plaza linkar aquí

Imperial Hotel: este espectacular edificio histórico fue inaugurado en 1912. Ha tenido una infinidad de huéspedes famosos durante los años, incluyendo renombrados políticos y líderes, históricos. Parece más un palacio real que un hotel por sus distancias entre diferentes áreas del hotel.
Está a un kilómetro del centro histórico de la ciudad, y en posición elevada, por lo que ofrece vistas espectaculares cuando se tiene la suerte de dormir en una habitación en el quinto piso como la mía. Sus 193 habitaciones y suites son coloridas –algo estridentes- y amplias. Tiene todo lo que podemos esperar de un gran hotel, pero siempre en el marco de la decadencia clásica.

Su zona de wellness cuenta con una piscina interna muy grande y varios jacuzzis. Para acceder a ella, se tiene que avisar a la persona al cargo del lugar, y ésta hace sonar un timbre agudo que da acceso al vestuario –hombres y mujeres separados-. Todo muy curioso.
La zona médica me recordó más bien una fábrica con sus pasillos interminables y “cientos de puertas” con sus 69 salas de tratamientos.
En el vestíbulo del hotel encontramos una fuente con agua de manantial termal para ir bebiendo durante nuestra estancia.
Para ver mis fotos del Imperial Hotel linkar aquí

Retro Riverside: situado a 15 minutos del centro de Karlovy Vary, prácticamente aislado con su ubicación idílica enfrente de un lago, lo convierte en el lugar perfecto para escaparse del no bullicio de la ciudad. Dispone de 19 habitaciones preciosas, amplias y agradables, todas con vistas al lago.
Un coqueto spa con piscina interior y sauna, muy bonito y además su restaurante tiene una terraza con vistas al lago espectacular.
Me encantó y creo que es una muy buena opción si no queremos estar en el centro de la ciudad.
Para ver mis fotos del hotel Retro Riverside linkar aquí