Cuando tienes la sensación que has llegado a un lugar del que no quieres marchar, que sólo deseas que se pare el tiempo, eso es tu propio paraíso. A mi me pasó en Amanpulo, una isla remota en Filipinas.
Amanpulo es un resort de lujo ubicado en la isla Pamalican, Filipinas. En el dialecto local, Pamalican significa isla de la tranquilidad, y a fe que lo es.Sólo se llega con los vuelos fletados desde Manila, hasta la pista de aterrizaje privada del resort. Está totalmente aislado por lo que la privacidad está garantizada. Es una isla-hotel u hotel-isla, como se prefiera.
Los colores azules del cielo y del mar convergen en unas tonalidades maravillosas, que conjuntamente con su arena blanca hacen que sea la postal perfecta de nuestra imagen de paraíso terrenal. Sí, así es, un paraíso particular y exclusivo. Vacaciones tranquilas y todo tipo de lujo rodean a esta isla con aguas cristalinas.Es un privilegio poder disfrutar de una de las 42 Casitas, así es como llaman a las casas, todas ellas enfrente de la playa -prácticamente privada- y todas ellas con un caminito privado con nos dirige hasta la entrada, enorme habitación y cuarto de baño, terraza privada, hamaca y la sensación de privacidad total. Sí, nadie nos puede ver.
Todas las Casitas están construidas con materiales autóctonos, inclusos sus muebles y con unos ventanales que van del suelo al techo que son perfectos para disfrutar del paisaje exterior.Y su chic interior:
Y encontramos también inmensos baños:Y a todas partes nos podemos mover con el carrito eléctrico que se proporciona justo a la llegada del resort. Cada huésped con su propio carrito.No os perdáis mi vídeo para ver una Casita en todos sus detalles.
En este link podéis ver todas mis fotos de Amanpulo
En este link podéis ver mi vídeo del Spa de Amanpulo
Las 18 villas, de 1, 2 o 4 habitaciones – disponen además de piscina privada, piscina grande- son en realidad varias Casitas juntas con el añadido de la piscina. Una disposición perfecta para familias grandes con séquito o grupos de amigos.
El Kawayan Bar es el bar de bambú flotante y techo de paja, en el medio del mar: se llega en barca; sencillo y exclusivo, sin duda el mejor lugar para disfrutar de puestas de sol o de un picnic privado. En Amanpulo está todo pensado para poder disfrutar una experiencia exclusiva:Si queremos compartir nuestra estancia con otros huéspedes podemos acudir al edificio principal, el The Clubhouse, que alberga el restaurante principal, así como el Lobby y el Bar. O sentarnos en su librería y disfrutar de uno de los libros a disposición. Yo sólo acudí a desayunar, el resto del día disfruté de actividades acuáticas y del spa.Deliciosa cocina filipina e internacional, o podemos elegir también el restaurante informal Beach Club, o el Windsurf Hut especializado en ensaladas y pizzas deliciosas del horno de leña, y os aseguro que os disfrutaréis aquí de la que puede ser vuestra pizza con mejores vistas.
La piscina principal de Amanpulo es enorme y está ubicada en The Clubhouse, protector solar, spray antiinsectos, helados, bebidas frías, toallas suaves, todo pensada para mimar al huésped.Puesto que la isla está rodeada de impresionantes arrecifes de coral, una gran variedad de vida acuática prospera bajo las aguas cristalinas de la Isla – perfectas para el actividades de snorkeling y buceo – cada mañana a las 10 parte un barco durante un par de horas para poder bucear-. El windsurf es también una otra de las actividades que se pueden practicar, así como la vela.Pero antes de ir a explorar otras islas, lo mejor es dar una vuelta por la misma isla Pamalican: Yo lo hice a pie por la playa (resistiendo al calor), y con el carrito de golf que me asignaron sólo aterrizar en la isla. Mide cinco y medio kilómetros en su punto más lejano y sólo 500 metros de ancho, o sea que se puede explorar tranquilamente.Mi actividad preferida es disfrutar de masajes en el Spa. Y el masaje típico en Filipinas es el Hilot. Yo tuve el placer de probar este masaje filipino con un tratamiento capilar con aceite de coco local. Sí, me quedó el pelo muy suave y quedé como nueva.
El snack que me dieron posterior al tratamiento era delicioso: gelatina de coco y té blanco y una sonrisa. El Spa está situado en la parte más elevada de la isla, por lo que las vistas son privilegiadas.Para los más activos, por qué no quedarse en el completísimo gimnasio o utilizar (si se resiste al calorazo) una de las dos pistas de tenis.
Sin duda Amanpulo es el lugar viaje soñado, y el lugar discreto para aquellos que busquen la tranquilidad y la exclusividad de los Aman Resorts.