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Si eres seguidor de mi web o de mis redes sociales, sabrás que el chocolate me pirra, y que siempre comento si un hotel dispone de Nutella en el desayuno o no.
El chocolate alimenta la mente, el corazón y sus cualidades son innegables. Lástima que engorde, pero todo en su justa medida se puede disfrutar, y el chocolate negro para mi es un verdadero placer.

Bélgica es el país del chocolate –compitiendo en ese trono con Suiza-. La capital belga puede ser conocida como la Capital de Europa, pero también es, al menos en cuanto a los aficionados más chocolate se refiere, la Capital Mundial del Chocolate. Puesto que el chocolatero Jean Neuhaus inventó el praliné de 100 años, la ciudad ha estado a la vanguardia en el negocio del chocolate. Hay 1 millón de residentes y algunos 500 chocolateros, cerca de un chocolatero por cada 2.000 personas. El belga promedio consume más de 15 kilos de chocolate cada año, una de las tasas más altas del mundo.

Aprovechando otro viaje a la llamada capital de Europa, he recorrido las mejores chocolaterías. Desde las más conocidas a las menos conocidas -siguiendo las sugerencias de mis amigos belgas-. Y con ello si, también sois adictos al chocolate, también podéis seguir una ruta y de paso hacer turismo
La primera parada es sin duda el Museo del Cacao y el chocolate donde por 5,5€ podemos conocer los orígenes del xocoatl, la bebida especiada maya, y todos los chocolates por la historia. También se descubre cómo se cultiva el cacao y su transformación en chocolate. Y se termina en una degustación de chocolate. Primeras nociones adquiridas pues.
Mi sugerencia es hacer el itinerario de las chocolaterías por zonas y dependiendo de nuestro tiempo. Si no contamos con tiempo, y lo que queremos ver es «un resumen» de la oferta de tiendas de chocolate en la ciudad, la primera parada sin duda es:

Las Galerías Reales St-Hubert

Las Galerías Reales St-Hubert, es un pasaje que alberga las galerías del  rey, la reina y los príncipes.
Diseñadas en 1837 por Jean-Pierre Cluysenaar son conocidas como las Galerías de la reina, donde en un entorno arquitectónico único, encontraremos muchas tiendas de chocolate juntas -todas las marcas principales, tienen una tiendas en las Galerías-, y podremos elegir y deleitarnos en unos pocos metros.

Zona del Sablon

Sablon es el lugar ideal para adictos al chocolate. Los fabricantes de chocolate belgas más famosos todos tienen una tienda de allí, a menudo es un espacio menos concurrido que las situados alrededor de la Grand Place. También es una zona literalmente encantadora para pasear, tomar algo o incluso alojarnos allí.
Pierre Marcolini: Es el representante oficial del chocolate de lujo, por su presentación y fama. Lo que distingue su obra es el hecho de que directamente compra granos de cacao sin procesar de los mejores productores locales y transformarlo en chocolate en su propio taller.

Pierre Marcolini cuenta con nueve tiendas en Bruselas y os aconsejo visitar las del Sablon, la tienda literal, y su salón degustación con un aire muy moderno.

Wittamer: Ubicada en el Sablon desde 1910 justo cuando cuando Henri Wittamer abrió lo que llamaron una panadería moderna. Ellos fueron los primeros en vender chocolate allí.
En 1999, les concedieron el título de Proveedores reales, pues diseñaron y producieron el pastel de boda real de los Reyes Felipe y Matilde de Bélgica. Para ver sus especialidades linkar aquí.

Passion Chocolat: una de mis favoritas por sus detalles y por obviamente su sabor. Abierta en 1998, sólo cuenta con tres tiendas en Bruselas.  Combinación de placer y pasión, es el lema de Passion Chocolat, propone un producto tradicional que trae viejos sabores olvidados a los amantes del chocolate.
Incluso si no tiene una larga historia como otros fabricantes de chocolate – fue fundada en 1998 y abrió la tienda de Sablon en 2008-, es muy reconocida.

Grand Place

Es el corazón de la ciudad, el centro turístico de la capital europea, y donde se encuentran casi todos los representantes de los chocolates más populares. No son sus tiendas más
vistosas, pero también es una manera de probar diferentes tipos de chocolates si tenemos poco tiempo
Darcis: Él mismo Jean-Philippe Darcis se define como fabricante de la felicidad, y el título le va como anillo al dedo. Darcis tiene pasión por el chocolate e hice prácticas de formación en las casas más grandes chocolateros belgas.

Empezó su atélier a los 25 años. Uno de sus bestsellers es el macaron de chocolate. Jean-Philippe Darcis proviene de la zona de Lieja y su única tiendas en Bruselas se encuentra al lado mismo de la Grand-Place.

Elisabeth: Dos tiendas monísimas de Elisabeth una al lado de la otra, una especializada en merengues, y otra en chocolates. En Bruselas cuentan con un total de cuatro tiendas.  
Mi chocolate preferido es el que tiene forma de Manneken Pis, y un souvenir único de Elisabeth es Neuzeke, la pequeña nariz, un caramelo de color lila en forma de nariz y que los belgas conocen de su infancia

Galler:  Uno de mis favoritos porque además lo encuentro en el supermercado.
También es proveedor certificado de la familia real belga. Su tableta de chocolate negro con café dentro es adictivo.

Frédéric Blondeel: Es además torrefactor, lo que le convierte en proveedor de algunas chocolaterías artesanales de las cuales escribo en este artículo, para esto utiliza el Tostador de Café Santos Palace y allí juega con las habas de cacao hasta que encuentra la textura adecuada.
Un adelantado del chocolate bean-to-bar.
Mary: Corría el año 1919 cuando Mary Delluc quiso dar a conocer sus creaciones y sentó las bases para lo que sería Mary Chocolaterie. Es una de las más chics y de mis preferidas.
El packaging de los productos merecería un artículo aparte. Cuenta con seis tiendas en Bruselas y otras más en varios países.

En todos los barrios

Leonidas: sin duda los chocolates más populares -baratos- y que encontramos más tiendas por toda Bruselas. Su historia se remonta a 1910 cuando el confitero griego Leonidas Kestekides participa en la Exposición Universal de Bruselas y obtiene la medalla de bronce.
Tres años después, en 1913, participa el la Exposición Internacional de Gante y se hace con la medalla de oro. A este reconocimiento profesional se une su boda con una chica de Bruselas . Se instala definitivamente en Bélgica, y lo demás ya es historia

Neuhaus: Encontramos unas 30 tiendas Neuhaus en Bruselas o unas mil por todos los continentes.  Con más de 150 años de historia, un boticario suizo llamado Jean Neuhaus cubría sus medicinas con chocolate para enmascarar su sabor.  En 1912 su nieto inventó el praliné -bombón relleno de chocolate-.
Todos sus productos siguen fabricándose en Vlezenbeek, cerca de Bruselas, desde donde se exportan a todo el mundo. En el año 2000, la compañía fue designada Proveedor Acreditado de la Corona Belga.

Godiva: Fundada por Joseph Draps en 1926 con una pequeña tienda al lado de la Grand-Place es una de los más reconocidas chocolaterías y las encontramos por todo el mundo. Ahora en manos americanas, el producto sigue siendo muy bueno, y además siguen todas las tradiciones americanas para personalizar el producto

Durante mi estancia en mi Bruselas me alojé en el Hotel Métropole, una joya del Art-Déco y un Preferred Hotel
Para ver mis fotos del Hotel Métropole linkar aquí
Para ver mi video del Hotel Métropole linkar aquí