Shanghai se ha convertido en lo que podríamos definir como un destino caliente para marcas multinacionales que buscan involucrar a una población con ingresos crecientes y con la pasión por las últimas colecciones. Además, los compradores chinos continúan derrochando en artículos de lujo, con un gasto de promedio mayor que los neoyorquinos. He visto colas largas en tiendas de lujo, de grandes marcas francesas e italianas. He visto muchos centros comerciales con tiendas de lujo en su interior, es decir no hay una sola tienda Louis Vuitton en Shanghai sino varias, y así con todas las marcas.
Durante ILTM Asia -la feria de viajes de lujo en Shanghai– y organizado por The Portman Ritz-Carlton, Zan Style y Time Out Shanghai tomé parte en un recorrido por algunos de los mejores diseñadores de la ciudad, en su mayoría ubicados en la concesión francesa, con estudios en pequeñas casas, difíciles de encontrar en patios encantadores enclavados en el pasado. Toda una experiencia.
– Helen Lee es una de las principales figuras de la escena emergente de Shanghai. Inmediatamente después de graduarse en Lasalle International Design College, Helen pasó 3 años trabajando con casas de moda japonesa antes de iniciar carrera por su cuenta en el dificilísimo mercado de Tokio.
En 2011 Helen regresó a su Shanghai natal y quiere llevar al mundo una imagen de Shanghai más allá de la época colonial de los años 30 o de la estética comunista. Helen se concentra completamente en Shanghai y sus inspiraciones. Curiosos sus diseños con Mickey Mouse como protagonista consecuencia de su colaboración con Disney.
– Charles Philip es un diseñador de zapatos. De orígen italiano, de madre hondureña e instalado en Shanghai desde 2005, junto a su socia la diseñadora Sheila Pitigala elabora zapatos –ballerinas– con una visión fresca y divertida.
Lo mejor es que se pueden customizar, te los pueden hacer en unos 6 días o comprar online. Con tienda en Milán y Nueva York, la marca es ultra cosmopolita, innovadora, funky, elegante y vibrante. Yo me hice tres pares. En la misma tienda tienen un taller, a parte de una fábrica fuera de la ciudad.
– Germain Tailors está situado en la antigua área de concesión francesa de Shanghai, y fue fundada por jóvenes sastres franceses y chinos quienes perfeccionaron su estilo y técnica en la industria de la confección francesa y japonesa.
El estilo de Germain es un corte limpio suave, con un lujoso look relajado. Seleccionan las mejores telas de Italia, Inglaterra, China y Japón, ofreciendo una selección de más de mil opciones de fibras naturales. Seguramente es una de las mejores opciones si queremos hacernos un traje en Shanghai. Allí descubrí las herederas de las antiguas corbatas de siete pliegues, quedando la parte trasera abierta permitiendo observar su arquitectura.
– Echo Cao nació en la ciudad de Yangzhou y ahora vive en Shanghai. Es abogada y trabaja para una empresa europea. Siempre le gustó el diseño y la creatividad, en el año 2011 se tomó un año sabático para estudiar diseño de moda. Cuando terminó el curso decidió compaginar la abogacía con un estudio de moda propio: está especializada en ropa y accesorios. Usando materiales producidos y disponibles en los mercados locales y cooperando con artesanos de Shanghai, Eco Cao pretende proporcionar piezas adecuadas y del medio ambiente amigables. Una parte de sus beneficios va a asociaciones para la protección de los perros y gatos. – Coin Qian es una conocida artista de Shanghai quien ha lanzado su propia colección de accesorios y bolsos. Su colección es ecléctica y poderosa, una obra de arte que fortalece el espíritu femenino. Los estilos son accesibles pero llamativos, perfecto para la mujer que quiere ser audaz con sus opciones de moda o de vida. La colección de Coin Qian está pensada para las mujeres que se identifican como contemporáneas, sin abandonar su cultura sofisticada. A parte de guapísima y encantandora, Coin es una mujer simpatiquísima que nos explicó toda su carrera.
A Shanghai me llevó Qatar Airways y pude estrenar el nuevo aeropuerto, en este link podéis ver mi experiencia, volando en turista y en business class.