Conozco muchos hoteles de
Barcelona, muchísimos. Los visito y los intento experimentar. Prácticamente casi cada semana duermo en un hotel diferente de la ciudad, me gusta poder decir que no sólo los conozco porque he ido a comer, o he tomado algo en su bar y además me han enseñado sus instalaciones, sinó también quiero poder decir que he experimentado el
hotel. Cuando me preguntan qué hotel aconsejo o cuál es mi favorito es la pregunta del millón, prácticamente imposible de responder. Depende mucho del gusto particular de cada persona y dependerá mucho del objetivo de la visita. Mi primera respuesta es situar al visitante en el centro de la ciudad para que se pueda mover cómodamente a pie, pues como siempre digo
Barcelona es una
«walkable city», se puede recorrer a pie o máximo algún taxi o transporte público, pero es una ciudad cómoda para recorrer.Las últimas semanas he tenido el placer de experimentar dos hoteles diferentes, que más que hoteles son
resorts de lujo y que están casi en la ciudad, a un salto en taxi, y que desde estos dos hoteles se tiene una vista privilegiada a
Barcelona. Dos posiciones únicas para dos resorts urbanos de lujo, para turistas y para locales, dos
must:El
Hotel Miramar, símbolo para los barceloneses, pues su edifición pues fue construido en ocasión de la Exposición Universal de 1929 celebrada en Barcelona, este palacete inaugurado por el rey Alfonso XIII tiene a sus espaldas una larga historia, entre la que se cuenta su larga etapa como sede de los Estudios de Radio Televisión Española de 1959 al 1983. Su historia da un giro espectacular en el año 2006 cuando el arquitecto Oscar Tusquets Blanca se encarga de su remodelación. El
hotel Miramar conserva exactamente la fachada espectacular pero en su interior dispone de un espacio único donde el confort se une al perfeccionismo estético.
Además, los
jardines y piscina le hacen un lugar muy especial, vistas al mar y sensación de vacaciones permanentes. Muy aconsejable, sin duda, el Sune Deluxe Spa que utiliza los maravillosos productos
Alqvimia y las manos expertas de su terapeuta Mariana fueron para mi un reconstituyente perfecto.
Desde su emplazamiento en la montaña de Montjuïc, las vistas sobre la ciudad y el mar Mediterráneo ofrecen al hotel un marco de excepcional belleza. Para ver mis fotos del Hotel Miramar Barcelona linkar aquí
Más reciente es mi visita y experiencia en el
Gran hotel La Florida que en 2013 celebró su décimo aniversario. Este hotel abierto por primera vez en 1925, fue rehabilitado durante 4 años y se respetó completamente su fachada clásica. Elegante, sofisticado y con arte contemporáneo. Ocho suites diseñadas por conocidos diseñadores es la parte más exclusiva del
hotel. Cuenta aquí también con una piscina interna y externa, sauna finlandesa y turca, todos los
lujos que deseemos para un spa de resort urbano. Tratamientos con exclusivos productos de
L’Occitane.
Sin duda la excusa perfecta para volver al Gran Hotel La Florida es degustar el menú en el restaurante L’Orangerie creado especialmente para celebrar el décimo aniversario, no os lo perdáis, yo lo disfruté muchísimo. Importante llegar con hambre pues está compuesto por cuatro platos diferentes, uno frío, dos calientes y un postre, relajarse y disfrutar de las vistas increíbles. Vieiras caramelizadas «Mar & muntanya» , cordero envuelto y cocido a la artcilla con strudel de col lombarda y ligera crema de orejones, y para coronar la cena un regalo para golosos como yo una combinación de chocolates que llaman «nuestra pasión por el chocolate». Comentar que me encantó el chocolate negro imitando la forma de las ventanas de hotel. Memorable.
Las vistas del
Gran Hotel La Florida son realmente increíbles, únicas, las mejores de la ciudad sin duda. Ubicado a 500 metros de altura, es un
must para locales venir y disfrutar de unas copas o hacer una escapada. Resort de lujo a 20 minutos del centro de
Barcelona. Para ver mis fotos del
Gran Hotel La Florida linkar
aquí