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Hace muchísimos años que no celebro la navidad en familia, si es que hay algo que celebrar. Intento aprovechar los pocos días libres que tengo para realizar algún viaje pendiente. He aproveché la invitación para probar uno de los nuevos cruceros por el Nilo de Mövenpick para volver a Cairo. Visité esta ciudad en Noviembre del 2.003 por primera vez, en realidad participé en un congreso y pude visitar la metrópolis en el post congress tour, pero las pirámides ni las ví. Así pues aproveché la ocasión que me brinda Mövenpick para volver a la capital de Egipto.
Me compré los vuelos con millas, la ida en business con EgyptAir, nunca había volado y tengo que decir que el avión era viejo, servicio simpático y contenido y la comida era una basura. Creo que bastante peor que en turista. En cualquier caso, el vuelo fue bien y una vez en el aeropuerto del Cairo, los trámites del visado (15€ y el cambio de lo devuelven en libras egipcias) y el taxi (con taxímetro evitando a todos los pseudo taxistas que atacan a los turistas – especialmente mujeres viajando solas-). Como la amable señorita que me atendió telefónicamente de la oficina de Turismo Egipto en Madrid me dijo: sólo los taxis blancos llevan taxímetro. Pagué 80 libras egipcias para el primer circuito caótico por el inmenso tráfico de Cairo. Muy muy curioso que no hayan más accidentes, un scalextrix constante con coches anticuados que no respetan nada. Está claro que Dios existe, almenos en el Cairo, y en este caso Alá existe. Seguiremos rezando, inshallah.
Llegué sana y salva hasta el que será mi hogar las primera cuatro noches en Egipto: Four Seasons Nile Plaza. Otro Four Seasons en mi cuenta particular! Este es de los clásicos, además incluye seguridad extra al llegar con el coche (un perro especializado en bombas rastrea el coche) y en el lobby que se pasa un arco de seguridad. Mi habitación es amplia, de tonos claros y relajantes, frutita y bomboncitos de los que dí buena cuenta al llegar (recordad que el catering de EgyptAir había sido de lo peor). Cama enorme y sábanas de algodón egipcio como no podía ser de otro modo.
Primer desayuno, elementos clásicos (té earl grey, fruta), elementos egipcios (pastas vegetarianas con nombres que no recuerdo ni reconozco), varios tipos de pan y como no, Nutella. Aquí también.
Y las preciosas amenities de Four Seasons:
Visita al hotel de 365 habitaciones con la guapísima y simpatiquísima relaciones públicas del hotel Sara Ibraim. Me pregunto si a las PR de los hoteles de lujo les hacen un casting extra, todas son geniales y además muy guapas. El hotel de los clásicos de Four Seasons, lleno de arte de artistas locales y renovado recientemente.
Mi habitación la 2219, voilà la foto:
Mis fotos del hotel Four Seasons Nile Plaza linkar aquí

He tomado un taxi con taxímetro hasta las pirámides de Gizah. Allí es una pelea constante con los pseudoguías y oportunista a la caza del turista. Mi juerga ha empezado todavía en el taxí llegando a la zona de las pirámides, os cuento: uno ha exigido a mi taxista que bajara la ventanillas, se han discutido (o eso me ha parecido) y de golpe sube en el coche. Me dice que es policía y le exijo su identificación. Me enseña un carnet en árabe – vete tú a saber qué ponía, yo inculta- y le ha hecho parar en un lugar con un carromato y se ha inventado la historia que él era policía y que cuidaba a los turistas, quería entre 120 y 480 libras por el tour de las pirámides, parando y tal. Más la entrada oficial. Yo me he negado rotundamente aunque tengo que admitir en un cierto punto de la discusión le he creído, hasta que he decidido ir a comprobar por mi cuenta eso en la caseta de información. No me dejaba bajar del carromato. Pero el hombre creía que no he salido de mi pueblo? he utilizado la fuerza y lo he apartado, y he ido a comprar la entrada al recinto de las pirámides. Cuesta 60 libras e incluye la visita del interior de una de las pirámides pequeñas. A pesar que no hacía calor, para recorrer el recinto he alquilado a un camello y su guía porque me ha parecido más exótico. He pagado 100 libras por una hora y 15 minutos de recorrido.

Todo muy bien pero todo me lo imaginaba más grande. Es la desventaja de ser muy viajada. Pero bien, ya he visto las pirámides, la esfinge sin nariz y tengo la experiencia con los pseudoguías atosigando y pretendiendo engañar a turistas.
Ya que estaba allí he aprovechado para visitar el histórico y emblemático Mena House que hasta el 1 de enero 2.013 será un Oberoi. Luego no se sabe (a día de hoy no oficialmente) qué cadena lo gestionará.
Sólo decir que las 94 habitaciones del edificio histórico, serán muy bonitas, pero tenían una televisor como de hace diez años mínimo, de 75 centímetros de ancho. Muy recomendable su restaurante Khan El Khalili con vistas directas a las pirámides. El resto bastante bien.
De regreso a mi hotel me he parado en First Mall, un centro comercial al ladito del Four Seasons at the First Residence-Gizah, donde está la tienda de Heba Linens, y he encargado sábanas del famoso y carisímo algodón egipcio. Aquí es igual de lujoso pero más asequible. Y encima lo traen al hotel. He pagado 60€ para mi sábana y almohada. Bien, ya tengo mi auto regalo de navidad.
Y para cenar, el super típico y super delicioso El Seed restaurante, lo malo es que en Egipto se sigue fumando en los restaurantes. Pero el sitio es super recomendable, sobretodo la molokheya (o el ?) que es un arroz con canela, pasas, y yo lo he tomado de pollo. Y sus berengenas a la plancha de textura muy blanda con tomate y perejil. Precios asequibles, entre 1 y 5 € el plato.
Mañana seguimos, con calma.
Mis fotos de Cairo linkar aquí