Pues sí, on the road again y muy feliz. Esta vez vuelvo a Asia, mi paraíso particular y especialmente Bangkok, la ciudad donde he estado más veces de Asia y vuelvo siempre que tengo la ocasión. Volé sábado con Turkish Airlines a Bangkok. Turkish es la aerolínea que enlaza con Asia con más vuelos diarios desde Barcelona. En Junio tuve la ocasión de volar dos veces con ellos, un fin de semana en que conocí las entrañas de la aerolínea y quedé totalmente cautivada, #superfan, y otro en el que visité Estambul en un sólo día, podéis leer los dos links de Roser Goula que describen perfectamente nuestra experiencia con Turkish y las propuestas para visitar Estambul en un sólo día. Añadir que si estamos en tránsito en Estambul y tenemos más de 4 horas de espera, la aerolínea ofrece visitas guiadas a la ciudad gratuitamente.
Turkish es la mejor aerolínea europea en 2012 por Skytrax y os aseguro que es un premio merecido. Su catering, es brutal, de verdad, no es como la mayoría de aerolíneas, la comida es deliciosa (yo misma ví cómo la preparaban en Do&Co), en clase business cuenta con la ayuda un chef a bordo; y el servicio perfecto. Amenities de Crabtree&Evelyn en clase business. En 3 horas de Barcelona a Estambul y allí justito una horita para disfrutar de uno de las salas VIP más impresionantes que he visto.
El vuelo de Estambul a Bangkok no sé cuántas horas duró pues dormí todo el vuelo. Ojalá siempre fuera así.
Bangkok me recibió nublado como muchas veces y con una humedad asfixiante, también com muchas veces. Check in por fin en el maravilloso Hotel Four Seasons. Sí, otra de las joyas de una de mis cadenas de hoteles preferidas.
Impresionante hall con techos artesanalmente pintados.
Mi habitación amplia, de tonos marrón y beige, con muchos detalles tailandeses: madera trabajada en los marcos de los espejos, o lámparas con pinturas de elefantes.
Lástima que siempre viajo con prisas. Sólo pude disfrutar 15 minutos de relax en la piscina, tiempo justo para llegar a tiempo a mi cita con el spa del hotel, The Spa by Mspa donde me dieron un super masaje de una hora. Totalmente recomendable: llegar con jetlag y que te den un buen masaje. A must.
Terminé mi único día en Bangkok con una cena en el Spice Market, el restaurante tailandés del hotel. Por fin degusté una vez más mi postre preferido: Mango with sticky rice, no dejéis de probarlo si tenéis la oportunidad.
Dormir en un colchón de cualquier hotel Four Seasons significa descanso asegurado, pues sus colchones son de los más cómodos en los que he dormido, te envuelven. Y para desayunar felicidad: Nutella, zumo recién exprimido, sopa miso, dim sum y un delicioso muffin (en cristiano madalena).
Mis fotos del hotel Four Seasons Bangkok linkar aquí
Video de mi habitación 905 linkar aquí
Sin apenas jetlag esta vez. Y sin visitar nada de Bangkok esta vez, quien quiera información de Bangkok puede leer mi guía linkando aquí