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El estado de Guanajuato está a 40 minutos volando al nordeste de Ciudad de México y es una región heredera de importantes poblaciones prehispánicas, testigo de la cultura virreinal de la Nueva España y escenario protagonista del movimiento de la independencia. Es el centro geográfico de México y cuenta con tres importantes zonas arqueológicas, dos ciudades Patrimonio Mundial de la UNESCO. Viajar por Guanajuato significa adentrarse en la cultura y la historia de México, convivir con su rico pasado y su vital presente.
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El viaje empezó fantástico pues Aeroméxico me dió un upgrading lo que me permitió viajar mucho más cómoda de lo que había previsto. El vuelo hasta México fue plácido y sin ninguna turbulencia. El Salon Premier en el aeropuerto de la Ciudad de México moderno y con todo lo que necesito para poder descansar pre-vuelo de conexión.
Después de casi 20 horas de viaje hasta la ciudad de Guanajuato pasando por una noche en el hotel de referencia de los mexicanos, Four Seasons. En este magnífico hotel descansé y disfruté de unas horas en la piscina de risas y de mi amiga Martha. Amiga de hace casi 20 años, de los tiempos que estudiamos juntas en Köln (Alemania). En la piscina nos atendió y cuidó el pool keeper Ramón, un encanto de empleado que tiene que ser el orgullo de Four Seasons. Martha, sus avispados hijos y yo nos recorrimos el Paseo Reforma que en domingo está cerrado al tráfico y los peatones y ciclistas inundan esta interminable avenida.
Llegué anoche a mi paraíso particular de Guanajuato para los próximos tres días, el hotel Villa Maria Cristina (uno de los tres Relais & Châteaux del país), no pude más que acercarme el restaurante, comer algo ligero en el restaurante del hotel y acostarme.

 

 
 
 
El despertar ha sido pronto, demasiado pronto fruto del jetlag que arrastraré todos los días de mi estancia en México. Pero mi jetlag ya es crónico, es la consecuencia de tanto viajar y saltar de país en país. He visitado el Villa Maria Cristina con Nelson Pereira, su atento director quien me ha contado que vivió diez años en Barcelona.

 

 

Es un hotel diferente, encantador y construido sobre un casona de estilo francéso original de mediados del 1.800. El hotel tiene sólo 13 habitaciones pero an algo más de 1 año pasará a tener 38 pues han comprado los edificios adyacentes y ampliarán habitaciones, zona de la Terma (spa con piscina), construirán una piscina al aire libre, una cava de puros y sala de banquetes para acoger parte de alguno de los eventos que se celebran en Guanajuato como Madrid Fusión México o el Festival Cervantino.  Un WOW hotel, de los que me gustan.

 

 

Villa Maria Cristina tiene arte del Virreinato así como paisajes y obra de el famoso Pintor Guanajuatense Jesús Gallardo , trabajos de murales de cerámica de el Taller de Gorki González del cual sus obras se conocen mundialmente , con temas relacionados con la antropología Mexicana , la fauna y la Ciudad de Guanajuato .En el mobiliario y decoración con candiles Alemanes , piezas de alabastro Español,se dio una mezcla de muebles europeos , de la prestigiada marca Roche Bobois y conceptos actuales de tecnología en audio y video de Bang & Olufsen, con la intención de ofrecer a el huésped la comodidad necesaria en estos tiempos combinados con un “savoir vivre”.
Mis fotos de Villa Maria Cristina linkar aquí

Con la simpática Nancy de la Secretaría de Turismo del Estado de Guanajuato hemos visitado primero la Ex Hacienda Tequilera de Corralejo. Sí, por fin he podido visitar donde se produce el tequila. Y atención que he tenido una experiencia de fuego: me han dado a probar el tequila todavía sin destilar, yo no era consciente que el sorbo de líquido transparente que iba a tomarme contenía 80% de alcohol. Mi cuerpo se ha estremecido y he notado como bajaba una bola de fuego. Exagerada? No. La Ex Hacienda, como la llaman, esta montada en forma de museo, visita muy recomendable. Y además ya he comprado mis souvenirs, adivinad qué…

 
Después hemos visitado la Ex Hacienda San Gabriel de Barrera, son 22.000m2 de paseo, verde y colorido recorrido en forma de diferentes jardines de inspiración romana, inglesa, árabe, etc. También se puede visitar la casa de la familia con sus muebles y toda la decoración de la época. Otra visita que me ha encantado.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Hemos hecho un pequeño alto en el camino en el restaurante El Velero del cielo para un colorido tentempie.
 
Acto seguido hemos visitado la Boca Mina de San Ramón su historia nos habla de los esfuerzos realizados por los mineros al cavar la tierra de su rico contenido de plata y oro durante el siglo XVI-XVIII, la vida extremadamente dura para los mineros que trabajaban en las minas. La Boca Mina de San Ramón fue uno de los motivos del esplendor de Guanajuato en el siglo XVIII como productor de plata. En la visita de baja a unos metros bajo tierra para ver cómo es la sensación. Dura.

Finalmente he dado una vuelta a pie por el centro histórico de Guanajuato, justo para llevarme una primera impresión. No puedo decir más que estoy impactada: colores, callejuelas, iglesias, artesanos. Mañana más.