El Xiringuito de l’Escribà no es un restaurante elegante, su comida no es de alta gastronomía, su servicio no es el mejor, pero por ubicación, simpatía y sobretodo por sus deliciosas paellas, es uno de mis restaurantes favoritos en Barcelona.
Es el lugar ideal para una comida de negocios cuando queramos dejar mella a nuestros clientes o partners, los extrangeros cuando lo conocen, no se lo creen: el paraíso en la ciudad. Incluso en invierno se puede comer en la terraza, ver para creer.
El restaurante regentado por Joan el mayor de los hermanos Escribà, hijos del famoso pastelero Antoni, es buque insignia para comer en la playa de Barcelona, respirar Mediterráneo o tomarse una copa al anochecer. Un lugar único para una ciudad cosmopolita.
Sus entrantes: chipirones a la andaluza, croquetas de gambas o de jamón, patatas bravas o ese impresionante coca inflada con jamón encima a modo de gabardina (suena raro sí, pero es una sorpresa deliciosa!!!), de segundo plato o paella o fideuá (aunque también ofrecen otras buenas opciones) y de postres cómo no: el carrito de pasteles directamente enviados desde la pastelería, la guinda a una comida de generosas raciones, la fiesta de la gastronomía popular.
Yo no tengo dudas: cuando quiero agradar a alguien, quiero convencerle que Barcelona es una de las mejores ciudades del mundo donde mejor se come, le llevo al Xiringuito de l’Escribà!