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En pleno centro de Madrid, el que fuera Grand Hotel Reina Victoria ha renacido como ME Madrid, llamado entonces también el «hotel de los toreros»: Desde su inauguración en 1923 fue frecuentado por aristócratas, diplomáticos y artistas. Durante buena parte del siglo XX este hotel se convirtió en el centro del mundo del toreo. Luis Miguel Dominguín, Joselito y Rafael de Paula, entre otros, hicieron del hotel su santuario antes de dirigirse a Las Ventas. Hemingway se alojó en él muchas noches, e incluso lo mencionó en uno de sus libros.

El Me abrió sus puertas en Octubre del año 2006 totalmente reformado por el arquitecto británico Keith Hobbs y su equipo de United Designers ha incluido mobiliario exclusivo, piezas de arte contemporáneo y una decoración ecléctica y al mismo tiempo atractiva. Cuenta con 192 habitaciones, muy prácticas, con todo tipo de amenities (incluyendo tapones para los oídos por ejemplo) y con unas confortabilísimas camas.
Wifi incluido en todo el hotel, así como un business center con dos ordenadores a disposición de los huéspedes gratuitamente. Cuenta también en su sótano con 400m2 de espacio para eventos divisible en siete diferentes espacios para albergar todo tipo de reuniones de negocios.
Su restaurante Midnight Rose ofrece en un ambiente nuevo y suntuoso un menú inspirado en la alta cocina internacional con guiños a la castiza cocina local. No comí en el restaurante, pero el entorno era suficientemente inspirador como para asegurarme cenar en el Midnight Rose en mi próxima visita a la capital española.
Desayuno correcto, le faltaría mejorar la sección de dulces y bollería así como ofrecer Nutella en su oferta.

Punto y aparte merece The Penthouse, seguramente la mejor terraza de Madrid, no sólo por su ubicación, sino por su decoración con mobiliario con muebles de teka, por su ambiente con camas balineas y por su cromografía muy bien conseguida. Si se quiere disfrutar de una de las camas se requiere reserva así como consumo mínimo de una botella (180€). Para tomarme un delicioso mojito no fue necesario reservar.
El Penthouse es escenario de rodajes publicitarios, de fotografías de moda… Es un must en Madrid.

Fantástica predisposición de todo el staff del ME Madrid, siempre sonrientes, atentos, resolutivos y en su justa posición para facilitar y ayudar al huésped. Me sentí excelentemente bien acogida.

Para ser perfecto al ME Madrid le faltaría una piscina, y una sauna en la zona de gimnasio. Añadir que a tan sólo veinte metros del hotel se pueden utilizar las instalaciones del Spa Excellence.

Un escaparate de vanguardismo y diseño atrevido sin ser extremo. ME Madrid me encantó y es una apuesta segura para los amantes de este tipo de hoteles fascinantes y con servicio rozando la perfección.