Ly Leap es el nombre del propietario, creador y alma del Indochine de Muntaner. Sí, hay otro Indochine en Barcelona, el de Aribau que siendo un excelente restaurante de cocina camboyana/tailandesa/vietnamita, forma parte ya de los clásicos de Barcelona y valor seguro.
El Indochine de Muntaner ofrece una cocina mucho más sofisticada en un ambiente realmente único: En la entrada de este fantástico restaurante un enorme y sinuoso tronco de tamarindo en forma de barra recibe a los huéspedes dibujando un pasillo largo que conduce a la enorme sala central (de 730m2!).
Unos caminos de teka serpentean hasta las diferentes mesas bajas típicamente asiáticas (tailandesas?) estratégicamente colocadas entre unos «riachuelos» de agua decorados con flor de loto y con velas enormes. Juegos de cascadas, tallas de madera y decoración con orquídeas (Ly es florista también) son señal de identidad del Indochine. Una cabaña de paredes abiertas preside el centro del restaurante y alberga varias mesas occidentales (no bajas).
La moderna cocina tiene un papel protagonista en este espacio de elementos es rectangular de cristal y metal. Cocina abierta y totalmente central para poder verse desde cualquier rincón del restaurante.
Comer en el Indochine de Ly Leap es trasladarse por unos instantes en algún restaurante sofisticado de HoChiMihn o de Phnom Penh de donde es originario Ly (para ser más exactos es originario de Kampong Cham ciudad al este de la capital camoyana y que yo visité en 2007). Su ambiente es realmente merecedor de un ágape allí. Tener una cocina sofisticada significa para mi trabajar los platos con más elaboración para sorprender al paladar, pero también significa porciones más pequeñas y un precio más alto.
Sobre los precios de Indochine decir que los primeros oscilan entre los 16€ y los 26€, los segundos platos entre los 18€ y 45€ (la mayoría de platos cuestan unos 25€) y los postres entre 9€ y 15€ (aunque la mayoría cuestan 12€).
Mi propuesta: un menú degustación «corto» de 9 platos y 2 postres por 45€ (bebidas no incluídas). He podido probar platos tan deliciosos y gustosos como el Langostino con vinagre de coco, la Vieira con bouquet aromático, el Pollo aromatizado con hoja de limón, la Ternera macerada con citronella (su plato estrella), el Rollo de pato con verdura (rollo de pasta de arroz no frito con pato lacado perfeccionado con cebolleta, puerro y pepino), Pollo al curry rojo (con su punto picante ideal), Verduras con buey de mar y postres como el Arroz glutinado con mango y coco (versión del clásico mango with sticky rice) así como el Flan de coco con una fina capa de gelatina de coco. Sencillamente increíble.
Además todo servido en una vajilla de sugerentes formas blanca y elegante.
El servicio más que correcto, aunque agradecería que los camareros (en su mayoría de orígen chino) tuviesen un catalán mínimo. Su castellano ya es mínimo.
El timing ha sido bastante bueno: un par de minutos entre plato y plato.
Por gustar incluso me gusta su logo y su grafía.
Vale mucho la pena ir y regalarse el placer de la cocina de Ly Leap!